Sean Diddy Combs sabe que se acerca un día crucial y que su posee de arrogancia exhibida hasta ahora no le ayuda en absoluto. Así que este jueves cambio el tono y realizó una petición de clemencia al juez que este viernes ha de dictar sentencia contra él por dos cargos relacionados con la prostitución.
En una carta dirigida al magistrado Arun Subramanian, en la víspera de que dicte un fallo que podría subir hasta 20 años de cárcel, el magnate musical aseguró que se había sentido “humillado” durante el proceso judicial y prometió que “nunca” volverá a cometer un crimen.
“Siento sinceramente todo el daño y dolor que he causado. Han sido los dos años más duros de mi vida y no tengo a nadie a quien culpar salvo a mi mismo”, escribió en esa carta que sus abogados entregaron al tribunal.
“Perdí mi rumbo, me perdí en mi viaje, en las drogas y los excesos. Mi caída tuvo su raíz en mi egoísmo”, reconoció.
En el juicio de ocho semanas que concluyó a principios del pasado verano, Combs fue absuelto de los delitos más graves por tráfico sexual de dos mujeres y de crimen organizado, lo que podría haberle dejado en prisión para el resto de su vida.
Pero el jurado del tribunal de Nueva York lo condenó por transporte para ejercer la prostitución (hizo que escorts masculinos se movieran entre estados para tener sexo con sus entonces novias) y cargos relacionados con maratones sexuales alimentados por drogas, que él gravaba y se masturbaba. Era lo que se conocían como Freak Offs o noches de hotel.
Durante toda la vista oral, el también conocido como Puff Daddy no hizo ningún comentario sustancial sobre el caso, en el que negó todas las imputaciones, y rechazó subir al estrado a declarar. Su actitud estuvo alejada del arrepentimiento que ahora esgrime. Su carta es la primera vez que hace un pronunciamiento sustancial sobre el sumario y es la primera vez que se dirige al juez de una manera significativa.
En su escrito para suplicar benevolencia, dirigida al juez que un día antes resolvió descartar la anulación del fallo del jurado como pidieron sus abogados defensores, Combs reconoció que ha cometido muchos errores en su vida. “Pero ya no huyó de ellos. Decir lo siento nunca será suficiente puesto que estas palabras, por si solas, no pueden borrar todo el dolor del pasado”, confesó. Y añadió: “Humildemente le pido una nueva oportunidad”.
Incluso se disculpó por los abusos físicos que cometió sobre Casandra Ventura, una de las mujeres en el centro del asunto y testigo de cargo, quien sostuvo en el juicio que Combs le pegó a menudo en su relación de una década y que la sometía a esas sesiones sexuales con escorts. “Literalmente perdí la cabeza. Me equivoque por completo al ponerle las manos encima a la mujer que amaba”, lamentó el rapero.
Pero en su propia carta al juez, Ventura recalcó que se debe tener en cuenta “las muchas vidas que Sean Combs ha trastocado con su abuso y su control”. Reiteró que su relación con él fue “una década horrible de mi vida marcada por el abuso, la violencia, el sexo forzado y degradación”, descripción que cerró remarcando que continúa sintiendo miedo por su seguridad.
La otra víctima, de la que se guarda su identidad, testificó de manera similar sobre la obligación de verse obligada mantener encuentros sexuales con hombres de alquiler.
Está previsto que Combs se dirija de nuevo al juez en la audiencia de este viernes. La fiscalía recomendó una pena de once años, mientras que la defensa solicita 14 meses. De ser así, y con el tiempo que lleva encerrado, desde mayo del 2024, podría salir en libertad a finales de este año. Sin embargo, al denegar la anulación del fallo, el magistrado dio la impresión de que al magnate le queda un largo periodo entre rejas. Excepto que se apiade.
