Es en su autenticidad donde radica buena parte de su atractivo. A la emblemática actriz británica Kate Winslet, que este domingo alcanza el umbral de los 50, hace años que dejaron de preocuparle los estragos físicos que el paso del tiempo imprime inevitablemente en cualquier persona.
Consagrada hace 27 años como icono mundial del cine tras el éxito de Titanic, la intérprete descubrió demasiado pronto que la fama podía ser tan halagüeña como despiadada. Precisamente, a raíz de aquella atroz experiencia, la artista se consolidó como una de las voces más firmes frente a la tiranía estética que durante décadas dominó en Hollywood.
Tras aquella superproducción junto a Leonardo DiCaprio, Winslet experimentó el lado más cruel de la popularidad por un asunto que poco tenía que ver con su talento. Su cuerpo, considerado “poco normativo” en los años noventa, fue diseccionado con saña por la prensa sensacionalista, que no perdonó sus curvas en plena era del reinado de las modelos extremadamente delgadas. “Es absolutamente espantoso. ¿Qué clase de persona hay que ser para hacerle algo así a una joven actriz que apenas trataba de entenderlo?”, recordó hace unos meses la intérprete entre lágrimas, al evocar en televisión, el feroz escrutinio al que fue sometida por aquel entonces.
Kate Winslet durante una entrevista en el programa estadounidense '60 minutes' (2024)
Frente a aquella hoguera mediática, Winslet consiguió fortalecer aún más sus convicciones, logrando desarrollar su vida personal y profesional, fiel a sus humildes creencias. Alejada de las estridencias que suelen acompañar al estrellato hollywoodiense y atraída desde su juventud por personajes que desafiaran los arquetipos femeninos, la artista ha sabido equilibrar su carrera entre grandes superproducciones y cine independiente. Así lo ha demostrado con numeros trabajos a lo largo de los años, entre los que destacan The Reader (2008), que le valió el Óscar a mejor actriz, o la aclamada serie de HBO, Mare of Easttown (2021), por la que recibió un Globo de Oro.
Kate Winslet en una escena de la serie de HBO 'Mare of Easttown' (2021)
“Soy una gran convencida de que hay que seguir adelante contra viento y marea cuando se trata de algo en lo que crees”, confesó el año pasado a La Vanguardia en relación con Lee Miller, la última película que ha protagonizado y producido y que vio la luz en los cines esta pasada primavera.
“Vamos, chicos, sé cuántas patas de gallo tengo”
Pese a su trayectoria brillante, Winslet nunca ha olvidado su cruzada contra la dictadura estética que sufren las mujeres.En 2003, la actriz llevó a los tribunales a la revista GQ por alterar con Photoshop una portada en la que habían estilizado sus piernas. Un episodio similar tuvo lugar hace cuatros años cuando, durante el rodaje de Mare of Easttown, se opuso tajantemente a que borraran mediante técnicas digitales su barriga en el rodaje de una escena íntima. La británica llegó incluso a devolver el póster promocional de aquel proyecto al considerar que sus fotos estaba excesivamente retocadas. “Vamos, chicos, sé cuántas patas de gallo tengo”, declaró entonces sobre el asunto en The New York Time.
La actriz británica posa junto a su hija y también intérprete, Mia Threapleton.(2023)
Madre de tres hijos de distintas relaciones, Winslet optó por criarlos lejos de los focos y de las redes sociales, sin servicio doméstico y con la misma naturalidad con la que ella aprendió a mirar la vida desde el seno de una familia obrera que, tal día como hoy, la vio nacer hace medio siglo en un pueblo cercano a Londres.
