La segunda vida de Elsa Punset: “Los padres te caen encima como un accidente meteorológico”

Entrevista

La divulgadora publica su libro más íntimo y crea su propia fundación

ELSA PUNSET, ESCRITORA. Entrevista a Elsa Punset Bannel es una escritora española.

Elsa Punset en Barcelona 

Mané Espinosa

Elsa Punset se encontró un gorrioncillo enfermo de tan solo una semana enfrente de su casa. “Me pilló en una época en la que yo estaba desanimada por una serie de circunstancias personales”, explica. Decidió auxiliarlo y sus intensos cuidados, como esa “madre postiza muy torpe” que era, le llevaron a reflexionar sobre “cómo vivimos y en qué entorno lo hacemos”. Y no solo eso. Ese gorrioncillo que “veía luchar por salir adelante en circunstancias que no eran buenas para él” se convirtió en la bella metáfora de su nuevo libro Alas para volar (Destino).

“Hacía cinco años que no escribía y es un libro especial para mí, más íntimo, de madurez”, confiesa la divulgadora. “A mi gorrioncillo le impedían volar sus alas, que no funcionaban bien”, detalla. Los humanos, en cambio, sin alas físicas, lo que nos impiden volar son “muchísimas otras cosas”. Superarlas no resulta fácil, ni tan siquiera para ella, y de eso trata el libro.

La autora reconoce que ha tenido que “pasar una vida cometiendo determinados errores” para alcanzar por fin lo que ella llama “la segunda parte de la vida”. “No es un momento cronológico, sino psicológico, conozco a gente de 25 años que ya está en esta segunda parte de la vida”, aclara. “Es el concepto en el que despiertas, eres consciente y comprendes por qué te pasaba eso todo el rato, por qué aunque cambiases de pareja repetías errores, aunque cambiases de trabajo te pasaban más o menos las mismas cosas… empiezas a descifrar los patrones”. Que nadie se desanime. La divulgadora considera que esa primera parte de la vida “es como un error gigantesco inevitable”. “Tienes que equivocarte, transitar por lo que yo llamo el ‘camino del aquí no es’ hasta estar lo suficientemente incómodo en tu vida para entrar en la fase de conciencia”, indica.

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Elsa Punset en Barcelona .

Mané Espinosa / Propias

En su caso, este despertar empezó con una urticaria “enorme” que sufrió tras una pérdida importante. “Tu cuerpo sabe” y lanza señales que muchas veces ignoramos. No son las únicas. “El mundo te habla constantemente”, afirma, pero “los humanos nos resistimos a encararnos a los problemas”. Y estos problemas empiezan ya en la infancia, un momento en el que, según la autora, perdemos nuestra autenticidad a cambio de ser aceptados.

“El mundo te habla constantemente pero los humanos nos resistimos a encararnos a los problemas”

“Los padres te caen encima como un accidente meteorológico”, asegura. “Son personas como tú, falibles, imperfectas, probablemente llenas de buena voluntad, que te dieron lo que pudieron pero te dejaron con una serie de prejuicios y heridas, y tú tienes que decidir con qué te quedas y con qué no”. De su padre, el divulgador científico Eduard Punset, considera que heredó “el optimismo y el amor por la naturaleza” y de su madre, Suzel Bannel, de 85 años, está aprendiendo a encarar la vejez. “Me ha dicho que me encantará hacerme viejecita y que nunca seré más libre”. A sus hijas, ambas veinteañeras, les anima a que “aprendan que no son víctimas, que pueden elegir y encontrar un camino de salida”.

De la desconexión con nosotros mismos que ya gestamos en el transcurso de la infancia, Punset añade dos más, la desconexión con los demás “en un mundo con muchas relaciones muy rápidas y donde es fácil descartar a las personas”. Y la desconexión con el entorno natural. “Es una triple desconexión que nos lleva a una gran pobreza afectiva, que es como podemos definir el tiempo en el que estamos viviendo”, indica.

Elsa Punset se ha convertido en una referencia en ayuda emocional.

Elsa Punset es una gran defensora de la reconexión con la naturaleza.

Otros

El cuidado del gorrión que entró sin proponérselo en su vida le ha dejado mucho más que reflexiones y una obra literaria. “Me ha llevado al convencimiento absoluto de que quiero dedicar los próximos años de mi vida a ayudar a tender puentes entre el bienestar humano y la naturaleza”, anuncia. Con este propósito acaba de presentar la Fundación Punset Terraviva. “Ni el gorrión ni ninguna otra especie vive fuera de la naturaleza, nosotros somos los únicos”, denuncia. Además, lo hemos hecho “en solo seis generaciones cuando llevábamos 350.000 inmersos en los ciclos naturales”. “La biodiversidad es un factor muy importante de salud mental. Somos más felices, por ejemplo, en un jardín”, apunta antes de confesar que le cuesta entrar en uno como en el que atiende a La Vanguardia sin acordarse de su padre.

“Quiero dedicar los próximos años a ayudar a tender puentes entre el bienestar humano y la naturaleza”

“No me gustaría que nadie se fuese de esta vida sin entrar en esa fase de conciencia”, revela una Elsa Punset que asegura que ha escrito el libro “para recordar al lector esa sabiduría que tenemos dentro para despertar”. Y también para volar. “Para un humano, volar es sanar, elegir, saber desembarazarse de las cosas que te han hecho daño, saber rodearte de lo que te da alegría, sentirte libre”. Como ese gorrioncillo que acogió para sanar y que finalmente alzó su propio vuelo.

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