Lionel Richie ha hecho un regalo a sus seguidores: unas memorias de lo más jugosas. Bajo el título Truly, que hace homenaje a una de sus canciones más famosas, el veterano cantante estadounidense, de 76 años, rememora su vida y su carrera y, lo mejor, saca a la luz anécdotas relacionadas con otros artistas famosos.
Uno de los que sale peor parado es Michael Jackson. Recuerda Richie que se conocieron en 1971, cuando él con su banda, The Commodores, fue telonero de The Jackson 5 en su gira. Lionel tenía 22 años y Michael, 12. Años después se hicieron amigos y en 1985 escribieron juntos la famosa canción We Are the World, que se convirtió en un himno cantado por decenas de estrellas de la música como Tina Turner, Bob Dylan, Cindy Lauper o Bob Geldof con el fin de ayudar en la lucha contra el hambre en África.
Michael Jackson -que sostiene en brazos al actor Emmanuel Lewis- junto a Quincy Jones en 1984
Cuenta el cantante, que acaba de finalizar una gira mundial, que Michael era capaz de estar con la misma ropa durante días. “Su falta de higiene se debía en parte a su enorme fama, ya que no podía ir a una tienda a comprar cosas sin correr el riesgo de ser acosado por sus fans. Además, cuando llevaba la ropa a la tintorería, a menudo no se la devolvían y se la quedaban como souvenir con algo como recuerdo. Por es él simplemente adquirió la costumbre de llevar los mismos calzoncillos hasta que ya no se podían usar”.
Hablando de este tema con Quincy Jones, productor de Jackson, surgió entre bromas el mote que utilizarían en privado para referirse a él: “Smelly” (maloliente). Cuando se lo dijeron al propio Michael, “él también se reía”, asegura Richie, “al darse cuenta de que no se había cambiado ni lavado la ropa en un par de días... Todos tenemos nuestras manías”.
Richie también dedica unas palabras a Elizabeth Taylor, que se convirtió en íntima amiga después de que Michael Jackson se la presentara. Richie cuenta que la actriz se autoinvitó a cenar en su casa, por lo que se sintió abrumado al no saber qué se le podía ofrecer de cenar a la mujer más famosa del planeta. Y Taylor, que fue acompañada de George Hamilton, eligió un menú de un restaurante compuesto por pollo frito, col rizada, ñame confitado, macarrones con queso y un peach Shoemaker (un postre a base de melocotones).
Lionel Richie y Sofia Richie en Instagram
Haciendo un repaso de su vida, destaca capítulos que le pasaron una gran factura emocional. En su adolescencia tuvo problemas de hiperactividad y aprendizaje porque ningún médico en ese entonces le diagnosticó TDAH. Además, al ser negro, “todos entendíamos que tenías que ser el doble de bueno que el estándar. Tenías que soportar la duda y superar obstáculos que eran el doble de difíciles”.
También tiene un recuerdo para sus dos divorcios, que le hundieron en la miseria. El primero ocurrió en 1993 con Brenda Harvey, cuya hija Nicole (44) fue adoptada por Richie. En el 2004 se separó de Diane Alexander, madre de sus dos hijos, Miles (31) y Sofía (27). En palabras del artista, esa ruptura le llevó a sufrir ansiedad y depresión, llegando a describir aquel dolor como el robo de la “alegría y esperanza”.
