La conocimos en el año 2004, cuando los realities de Telecinco aparecían como setas en la parrilla televisiva. El que eligió Verónica Miguel para participar –junto a su amiga Vanessa– fue La casa de tu vida, un formato novedoso en el que las parejas debían construir una vivienda mientras convivían bajo la mirada constante de las cámaras. En la memoria de muchos quedó su imagen como una de “las rubias” que rozaron la victoria en una de las finales más ajustadas del género.
Casi veinte años después, poco queda de aquella relaciones públicas de discoteca que buscaba ganar una casa de casi 800.000 euros. Lejos de la televisión, la madrileña ha reinventado su vida con una transformación tan discreta como efectiva. Ha cambiado el plató por los vestidores, los focos por el tejido, y se ha hecho un hueco en el competitivo mundo del estilismo, asesorando a algunas de las caras más conocidas del panorama nacional.
Así ha encontrado su sitio
Del plató al backstage: su nueva vida como estilista de 'celebrities'
El cambio no solo ha sido estético, sino también profesional. Verónica lidera hoy junto a su marido una empresa de servicios integrales de imagen, donde el estilismo, la decoración y la dirección artística conviven bajo un mismo techo. Entre sus clientas más fieles se encuentra Chenoa, a quien ha vestido en múltiples ocasiones y con la que mantiene una estrecha amistad. Su firma también ha estado detrás de looks para personalidades como Antonio Velázquez, Fabiola Martínez o Angy Fernández.
La moda, sin embargo, no es su único territorio. La exconcursante ha trabajado también como decoradora y directora de arte en programas televisivos, entre ellos Mujeres y hombres y viceversa o La casa fuerte. Precisamente fue en este último donde dejó su sello visual al encargarse de la escenografía del reality. Su evolución desde figura televisiva a profesional del diseño ha sido tan firme como silenciosa.
Verónica y Vanessa fueron segundas en la final de la primera edición.
Su mejor equipo
Un matrimonio sólido y un hijo adolescente completan su nueva realidad
En lo personal, la estabilidad también ha llegado. Desde 2022 está casada con Jose, su pareja de toda la vida y socio en la empresa. La boda se celebró tras casi 15 años de relación. Juntos forman un tándem profesional y familiar en el que su hijo Yeiko, aficionado al fútbol y los videojuegos, ocupa un lugar central.
Verónica muestra en redes sociales una vida ordenada y dedicada a su familia. Con un perfil privado en Instagram y más de 20.000 seguidores, antaño no dudaba en compartir de forma abierta pinceladas de su día a día sin perder la profesionalidad que ahora define su marca personal. Siempre desde la naturalidad, y lejos de cualquier atisbo del sensacionalismo que en su día rodeó su paso por la pequeña pantalla.
Verónica Miguel, en una imagen más reciente compartida en sus redes sociales.
El precio de la fama fugaz
Del reencuentro con Vanessa al silencio definitivo
No todo en su camino ha sido armónico. La relación con su compañera de concurso, Vanessa, se rompió poco después de abandonar el reality. Las diferencias personales y algún desencuentro en platós marcaron el fin de una amistad que, aunque intentó revivir en el programa El reencuentro, no logró consolidarse. Desde entonces, no han vuelto a tener contacto.
Cabe destacar que, en la historia de La casa de tu vida, “las rubias” ocuparon un lugar destacado. Con un 49,1 % de los votos, estuvieron a punto de ganar el concurso, pero la realidad les reservaba otros premios. Hoy, mientras los focos apuntan a nuevos rostros, Verónica es de esos perfiles que demuestran que hay vida más allá de los realities. Y mucho estilo.
