Publicada en 2003, la novela Diario de una ninfómana fue un fenómeno disruptivo que convirtió a su protagonista en una figura mediática cuya influencia aún perdura. Aún son muchos quienes creen que se trató de una fabulación literaria fruto de una brillante maniobra editorial. No es así. Valérie Tasso (Champagne-Ardenne, Francia, 1969) señala en conversación con La Vanguardia que decidió ejercer la prostitución de lujo durante unos meses en 1999 obligada por las circunstancias y que escogió el término ninfómana exprofeso: “Fue ironía pura porque la ninfomanía no existe. Se trata de un invento social para controlar el deseo femenino. Busca el sinónimo para un hombre. Ajá. Aquel libro me permitió luchar contra ese y otros estigmas y advertir a señoras normales y corrientes que hubiesen juzgado su propia sexualidad creyendo que tenían un problema”.
Aquel libro me permitió advertir a señoras normales que hubiesen juzgado su sexualidad creyendo que tenían un problema
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A finales de los 90 Valérie se encontró sola en Barcelona tras romper con un maltratador que la arruinó y la dejó cargada de deudas. Tomo aquella iniciativa en parte por necesidad y en parte por curiosidad, no lo niega. Su primer libro –ha publicado nueve– fue un alegato al libre albedrío que le permitió asomarse al negocio de la prostitución le ha permitido reflexionar lo siguiente: “Un asunto es la trata de personas y otra la prostitución elegida de manera libre. Deberíamos entender esto de una puñetera vez y no mezclarlo como se hace desde ciertos sectores del feminismo radical. Y es que en la trata de personas además no solamente vas a encontrar mujeres explotadas sino niños que trabajan para la industria textil en condiciones de semiesclavitud. Pero no queremos renunciar a una camiseta a 5 euros. Somos muy hipócritas”.
Un asunto es la trata de personas y otra la prostitución elegida de manera libre. Deberíamos entender esto de una puñetera vez
Decidió formarse como sexóloga poco después de publicar el Diario. “Al año siguiente de aquel boom total a nivel editorial, social y mediático, coincidí en un plató con un psiquiatra al que le pedí referencias para estudiar sexología. Me dio un contacto en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), el decano de la materia en España y así comencé mi actual profesión”. En la actualidad pasa consulta en Girona, donde comparte su vida con el pintor Jorge de los Santos desde hace 20 años. “Existe un problema con el deseo. Vivimos en una sociedad hiperconectada, con muchísimos impulsos y se busca satisfacer euforias mediante la pulsión. El deseo es otra cosa, requiere de tiempo, de un desarrollo lento y la gente se frustra porque satisface pulsiones, no el verdadero deseo”.
El deseo requiere de tiempo, de un desarrollo lento y la gente se frustra porque satisface pulsiones, no el verdadero deseo
El impacto de ‘Sexo en Nueva York’
Sexualidad y autoconocimiento
Su otra vertiente profesional, relacionada también con la educación sexual, la ejerce como embajadora de LELO, marca premium en juguetes eróticos. “Conocíamos perfectamente la anatomía masculina y aunque en la Grecia clásica y en los siglos XV y XVI hay textos sobre el clítoris, no vuelve a aparecer hasta mediados de los 90, en que conocemos su imagen en 3D. A partir de ahí empezó a visibilizarse la sexualidad femenina. Por ejemplo, en la serie Sexo en Nueva York”, explica a este diario durante la presentación del vibrador Switch en Shôko Barcelona.
Tasso incide también en el uso terapéutico de estos juguetes sexuales. No solo por su experiencia como sexóloga sino con el aval del consejo médico, entre otros, el de la Dra. Antonella de Ponte Davi, médico adjunto en la Unidad de Ginecología Regenerativa y Menopausia de Dexeus Midlife (Barcelona). La menopausia es una época idónea para probarlos: sequedad, dolor o disminución del deseo sexual son síntomas frecuentes, pero tratables: “Una parte fundamental del tratamiento pasa por recuperar la función sexual y el bienestar íntimo. No se trata solo de placer, sino de salud física y emocional. La sexualidad es una expresión de vitalidad, y mantenerla activa tiene un impacto directo en la autoestima y el equilibrio hormonal. En determinados casos recomiendo el uso terapéutico de dispositivos LELO, no como simples ‘juguetes sexuales’, sino como instrumentos médicos y de bienestar. Pueden ayudar a recuperar la sensibilidad, vascularización y la confianza en la propia sexualidad, especialmente en mujeres en menopausia o con patologías vulvares”.
El nuevo Switch de LELO, un vibrador de doble extremo que puede manejarse desde el móvil mediante una app y que ya recomiendan algunos médicos.
Chicas que me cuentan en consulta que nada más quedar con su novio, “empezamos a follar, me ata, me tira del pelo...”
La otra gran preocupación es la deriva que viven los más jóvenes: “Chicas que me cuentan en consulta que nada más quedar con su novio, “empezamos a follar, me ata, me tira del pelo...”. Y esto nace del porno mainstream, duro y dominante, al alcance de cualquiera en el móvil cuando una persona de esa edad está formando su sentido común. Así, estoy educando a chicas de 17, 18 años que se dejan por no decepcionar a su pareja. Y si con 17 años un chico es incapaz de mantener una relación sin violencia, imagínate cuando tenga 40”.
