Es actor de oficio, de aquellos a quienes el halago justo por el buen trabajo hecho, le llena tanto como a un carpintero ver terminada una maciza mesa de nogal. Lo recibe con humildad y la sonrisa de quien ve afianzada con un sillar más la catedral que viene construyendo desde hace quince años y de la que ya se vislumbran los pináculos, trabajados a pico y pala. Miki Esparbé (Manresa, 1982) acaba de estrenar Frontera, de Judit Colell y con Asier Etxeandía, María Rodríguez Soto, Bruna Cusí y Jordi Sánchez, entre otros.
Dirigida por Judit Colell
Acaba de estrenar ‘Frontera’, con Asier Etxeandía, María Rodríguez Soto, Bruna Cusí y Jordi Sánchez, entre otros
Desde el viernes 12 de diciembre, en cines.
Miki es Manel Grau y María Rodríguez Soto interpreta a su esposa, Mercè, en esta película de Judit Colell.
Fueron años de mucha miseria, dolor y miedo y desgraciadamente, hoy tenemos ese mismo problema sobre la mesa
En 1943, Franco ha bloqueado las fronteras para impedir que los refugiados que escapan del Holocausto puedan entrar en España. Miki es Manel Grau, pacífico y gris administrador de un puesto fronterizo en los Pirineos y que finalmente se la juega en complicidad con otros vecinos del pueblo para salvar a tantos judíos como sea posible: la empatía como la mejor cualidad humana. El propio Esparbé, aficionado a la Historia y licenciado en Humanidades, se conmovió al profundizar más en una época tan ominosa: “Desconocía que entre 1943 y 1945 hubiesen pasado 80.000 refugiados por la frontera francocatalana. Fueron años de mucha miseria, dolor y miedo y creo que la película lanza ese mensaje de empatía que apuntas. Desgraciadamente, hoy tenemos ese mismo problema sobre la mesa”, reflexiona el actor.
Esparbé resuelve con soltura su interpretación del rey Juan Carlos en 'Anatomía de un instante', serie reconocida con un premio Forqué como mejor serie de ficción.
Miki es muy celoso de su vida privada, de palabra y de obra: “Como se busca el ‘clickbait’ permanentemente, en nuestra profesión nos obligamos a sujetar los caballos a la hora de responder”, dice nuestro entrevistado. “Vivo en un conflicto por renunciar no pocas veces a la espontaneidad. Perdona si aprovecho: una cosa es que me hagas una entrevista en profundidad y yo te diga lo que me apetezca y otra que promocionando un proyecto en el que ha participado muchísima gente y ha costado años sacarlo adelante, quede lapidado a causa de una frase mía fuera de lugar o de una mala praxis del periodista. No se puede ser ingenuo, hay que saber dónde pisas, qué dices y cuándo lo dices pero también encontrar los espacios para poder ser uno mismo. No quiero renegar a ser quien soy ni transformarme en un jugador de fútbol en una rueda de prensa respondiendo con monosílabos”.
No quiero renegar a ser quien soy ni transformarme en un jugador de fútbol en una rueda de prensa respondiendo con monosílabos
No le falta razón: con frecuencia la prensa pone al actor ante una tesitura propia de analistas, tertulianos o columnistas de reconocida firma. “Además, no siempre tienes una opinión formada sobre todo lo que pasa en el mundo. El otro día comentábamos en una mesa redonda de Kinótico el caso de Luis Tosar con Maixabel: un actor da una entrevista para promocionar una peli y se encuentra con un mal titular. Es una putada. Insisto, hay una responsabilidad de tu sector frente a eso”.
Soy celoso de mi intimidad, apenas uso Instagram y bajo muy tranquilo a comprar el pan
La otra vertiente, la de obra, tiene mérito: trabaja sin parar, mide 1,86 y se le ve de lejos. Pero a él nunca lo han pillado con su chica: “Llevo una vida muy tranquila. No me considero personaje público en cuanto a fama, pese a que soy consciente de la visibilidad que da mi oficio. Tampoco mi carrera arrancó con un proyecto supermediático ni he consumido nunca ese tipo de prensa. Si alguien tiene que emitir una valoración, que se sobre mi trabajo. Soy celoso de mi intimidad, apenas uso Instagram y bajo muy tranquilo a comprar el pan”.
Esparbé, en la 31ª edición de los premios José María Forqué.
Serie premiada en los Forqué
Si en ‘Frontera’ es un republicano desertor, en ‘Anatomía de un instante’ interpreta al rey Juan Carlos de modo muy solvente
Frontera emociona. Nos lleva a un tiempo reciente cuyo lado más oscuro vuelve a brotar en nuestros días. Le planteamos una pregunta inaudita: ¿Es consciente de que al otro lado de la cámara se pierde la emoción que vive el espectador? ¿Hubiese deseado alguna vez ver una película suya sin ser él protagonista? “Ay, qué pregunta... Te la agradezco porque no me la habían hecho nunca y me parece muy poderosa. No te sé si te puedo responder… A ver, este año he hecho Frontera, Anatomía de un instante, acabo de rodar la serie Matar a un oso y he estado en el TNC con una obra de teatro. Ha sido un año redondo, he trabajado en proyectos fascinantes y Frontera es una peli que me encantaría ver como espectador”, afirma convencido.
