Las Navidades más familiares de Eugenia Silva
Amiga de la firma Rabat
La modelo, que se recupera de una operación de cadera, se rodea de los suyos durante estas fiestas

Eugenia Silva posa con joyas de Rabat

La llegada de la Navidad despierta en Eugenia Silva un brillo especial. Estos días tan señalados los celebrará rodeada de familia y amigos, en unas fiestas que define como “sencillas, muy de hogar y profundamente felices”.
La modelo, de 49 años, reivindica la belleza de lo simple: conversaciones largas, reuniones improvisadas y la sensación de estar cerca de quienes importan. “Para mí, unas Navidades perfectas son tal cual las vivo: en casa, tranquilas, presentes. Con tiempo para disfrutar juntos, para conversar con familia y amigos. No se trata de un plan elaborado, sino la sensación de estar cerca de quienes quiero”. Y entre esos se encuentran su pareja, Alfonso de Borbón, y los dos hijos que tienen en común, Alfonso, de 11 años, y Jerónimo, de 7.

Recuerda con ternura las Navidades de su infancia en Extremadura, rodeada de primos, en la finca Chozo Blanco, de su abuela Eugenia, el refugio familiar donde crecieron los mejores recuerdos. “Quizás no teníamos tantas comodidades como ahora, pero sí una ilusión y un sentido de familia únicos”.
Desde la ausencia de su padre, hace un año y medio, admite que estas fechas son más sensibles, pero los más pequeños -sus hijos y sobre todo su sobrino Pepe, “un trasto de un año”- devuelven a la casa una alegría contagiosa. Y aunque admite cierta nostalgia de ver crecer a sus hijos, también celebra cada etapa. “También aparece una nueva ilusión: observar cómo descubren el mundo desde otra perspectiva. Aun así, me encanta acompañarlos en cada etapa, sentir que estamos evolucionando juntos”. Porque, como ella dice, “la magia no desaparece, solo se transforma”.
Aunque admite cierta nostalgia al ver crecer a sus hijos, también celebra cada etapa: “Aparece una nueva ilusión, observar cómo descubren el mundo desde otra perspectiva; me encanta acompañarlos y sentir que estamos evolucionando juntos”
Cuando se acerca el momento de regalar, lo tiene claro: le gusta ser ella quien sorprende. “Pienso en la historia de la otra persona, en lo que le hará ilusión. Y cuando ves la reacción de la otra persona… eso es impagable”.
Aprovechando su amistad con Rabat, firma catalana de alta joyería con la que colabora desde hace años, admite que ya ha elegido algunos detalles para estas fiestas. “Para mi las joyas son pequeños símbolos de vida: representan recuerdos, personas, momentos que no quieres que se borren. Más que objetos, son historias que tienen un valor emocional especial”.

Destaca que siempre lleva piezas que ya forman parte de su identidad como un anillo en el pulgar, réplica que le hizo Rabat del que tuvo de joven, y un collar de eslabones que se ha convertido en su amuleto diario. Y aunque disfruta luciendo piezas especiales en ocasiones señaladas, asegura que prefiere aquellas joyas atemporales, versátiles y cargadas de significado.

A pocos días de despedir el año, Eugenia mira atrás con una mezcla de gratitud, aprendizaje y cambios. La modelo despide un 2025 que la ha llevado a afianzar su productora The Crew, impulsar Limited, su nueva agencia de talentos, y a detenerse -por obligación médica- para escucharse más.
Sobre su operación de cadera: “La recuperación va bien, aunque exige paciencia. Estoy aprendiendo a respetar los tiempos del cuerpo”, confiesa
Su reciente operación de cadera le ha recordado algo esencial: la salud es el mayor regalo. “La recuperación va bien, aunque exige paciencia. Estoy aprendiendo a respetar los tiempos del cuerpo”, confiesa. Una pausa forzosa que, lejos de apagarla, la ha acercado aún más al bienestar y a una forma de vida consciente.
Hace doce años Eugenia decidió dar un paso en su faceta como modelo hacia el emprendimiento. “Tras tres décadas en la industria de la moda, quería devolverle lo que me había dado, creando espacios donde la creatividad tenga dirección y las ideas se transformen en proyectos con propósito”.
Fue así como surgió The Crew y luego Limited, para ella una manera de unir arte, estrategia, emoción y excelencia en cada proyecto. Otra de sus grandes ilusiones es su proyecto educativo “Ellas Hablan Código”, que buscar formar a niños y niñas, rompiendo barreras y acercándolos a un lenguaje con el que podrán “crear, imaginar soluciones y abrir puertas”.