La niñera de origen español que atiende a los hijos de los príncipes de Gales resultó condecorada por el monarca Carlos con la Medalla Real Victoriana
Dedicación y compromiso
María Teresa Turrión ha pasado a ser una pieza clave en el día a día de los herederos al trono.
María Teresa Turrión Borrallo, en una de las pocas imágenes que hay de ella
El desempeño impecable y la reserva de María Teresa Turrión Borrallo, la cuidadora de origen español que por más de diez años ha velado por los descendientes del príncipe Guillermo y Catalina, ha obtenido el reconocimiento formal del rey Carlos III. La oriunda de Palencia ha recibido la Medalla Real Victoriana, una condecoración privada otorgada por el soberano como muestra de gratitud por su labor dedicada a la Casa Real británica.
Dicha mención se encuentra integrada en la clásica relación de Honores de Año Nuevo publicada por el Palacio de Buckingham, resaltando la constancia y el deber de Turrión Borrallo en la crianza y supervisión de los príncipes Jorge, Carlota y Luis. Es un nombramiento de notable importancia, pues el soberano otorga este premio personalmente a quienes han manifestado una fidelidad y sacrificio admirables en sus funciones, sin la participación de organismos externos.
María Teresa Turrión se incorporó al círculo de los entonces duques de Cambridge en el 2014, después de finalizar sus estudios en el prestigioso Norland College, un centro británico de gran renombre en la capacitación de cuidadoras de élite. A partir de ese momento, ha pasado a ser una pieza fundamental en la rutina cotidiana de la familia heredera al trono, obteniendo la total seguridad de Guillermo y Catalina debido a su competencia, reserva y afectuosa relación con los pequeños.
La mujer de Palencia se incorporó al círculo de los por aquel entonces duques de Cambridge en el 2014, después de finalizar sus estudios en el reconocido Norland College.
El aprecio que los actuales príncipes de Gales sienten por su cuidadora ha resultado siempre obvio, si bien se ha manifestado con sumo cuidado. En realidad, el único comentario oficial respecto a ella ocurrió al tiempo de su empleo, momento en el que una nota institucional indicaba que el matrimonio se encontraba “encantada” por su integración en el núcleo familiar, subrayando que no se aportarían pormenores adicionales acerca de su trayectoria personal o profesional.
Aunque mantiene una actitud discreta, la asistencia de Turrión Borrallo ha resultado evidente en diversas citas importantes. Se la pudo ver, por citar un caso, en el enlace matrimonial de Pippa Middleton en el 2017, vistiendo la típica indumentaria café y blanca de Norland mientras atendía a los jóvenes Jorge y Carlota. Asimismo, ha sido retratada en ceremonias oficiales tales como el Trooping the Colour del 2023, momento en el que fue captada tomando fotos con su móvil a Kate y a los infantes previo a su entrada en la carroza real. De forma más actual, el último 16 de diciembre, se mostró ubicada en los asientos posteriores del vehículo del príncipe Guillermo después de un festejo de Navidad en Buckingham.
La función de la cuidadora de origen español se ha examinado incluso en textos técnicos acerca de la monarquía. Dentro del volumen Gilded Youth, el cronista Tom Quinn recopila declaraciones que la definen como una experta resolutiva, sagaz y serena, poseedora de una capacidad innata para el cuidado infantil y una gran deferencia hacia las costumbres de la labor que realiza. Quinn señala asimismo que, si bien Kate Middleton preferiría dedicar más horas a sus descendientes, los requerimientos y normas de la corona vuelven fundamental el respaldo de personalidades como Turrión Borrallo.
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El listado de distinciones donde aparece la cuidadora de Palencia incorpora además a diversos integrantes del grupo sanitario que asisten al rey Carlos III a lo largo de su terapia oncológica, una acción mediante la cual el soberano ha deseado reconocer de forma abierta el empeño y la entrega de las personas que le acompañan en una etapa particularmente compleja.