La sandalia humana de hace 675 años tejida con hierbas y ramas conservada a la perfección en un nido de quebrantahuesos de Andalucía

Arqueología

El zapato se ha conservado gracias al aire seco y fresco de la cueva donde se guardó

El quebrantahuesos es un ave en grave peligro de extinción en el continente europeo

El quebrantahuesos es un ave en grave peligro de extinción en el continente europeo

Antoni Margalida / Universidad de Granada

El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) es un ave rapaz en grave peligro de extinción en el continente europeo. Este tipo de buitre tiene en los Pirineos su principal reducto en la Península Ibérica, aunque se ha reintroducido tanto en Andalucía como en la cordillera Cantábrica (en los Picos de Europa), de donde había desaparecido.

El nombre de esta ave necrófaga que puede sobrepasar los 2,80 metros de envergadura viene de su habitual práctica alimentaria, que consiste en recoger huesos y caparazones y dejarlos caer desde una gran altura para estallar contra las rocas y poder comer las partes blandas.

Acantilados, abrigos rocosos y cornisas

Pero no son solo huesos lo que recoge este animal. Hasta sus nidos construidos en cuevas de acantilados, abrigos rocosos o cornisas llegan multitud de objetos cada año, algunos de los cuales han llamado la atención incluso de los arqueólogos más experimentados.

Prueba de ello es un zapato de hace 675 años que un quebrantahuesos recogió en el sur de España. Es una sandalia tosca tejida con hierbas y ramitas que se habría descompuesto con el tiempo, de no ser porque el aire seco y fresco de la cueva donde el ave tenía su nido la ha conservado perfectamente.

La datación por radiocarbono determinó que la sorprendente alpargata era de hace 675 años

La datación por radiocarbono determinó que la sorprendente alpargata era de hace 675 años 

Sergio Couto / Universidad de Granada

Allí ha permanecido, escondido entre tallos, mientras generaciones de buitres cuidaban cuidadosamente de ese oculto lugar de anidación, hasta nuestros días, según explican los investigadores españoles en un artículo publicado en la revista Ecology.

Entre 2008 y 2014, los científicos descendieron en rápel por escarpados despeñaderos para llegar a una docena de nidos de quebrantahuesos y comenzar a analizar su contenido. Descubrieron ese zapato, junto con más de 200 artefactos humanos (el 9,1% del total), incluyendo algunos de la Edad Media.

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Algunas especies más grandes como ciertos tipos de buitres, águilas y halcones utilizan el mismo nido durante siglos si se mantiene en un espacio seguro. Eso hace prever que generaciones de aves continuarán durante cientos de años ocupando y añadiendo materiales a estos lechos en los que ponen los huevos y crían sus pollos.

El estudio se centró en más de 50 nidos históricos de quebrantahuesos situados en zonas del sur de España, donde la especie se extinguió hace unos 70-130 años (y ahora se están recuperando). “Los restos de hasta 12 de estos sitios se analizaron capa por capa, siguiendo métodos estratigráficos arqueológicos”, dicen.

Diferentes generaciones de quebrantahuesos utilizan los mismos nidos durante centenares de años

Diferentes generaciones de quebrantahuesos utilizan los mismos nidos durante centenares de años

Sergio Couto / Universidad de Granada

Sergio Couto, del Laboratorio de Arqueología Cultural de la Universidad de Granada, fue quien comenzó a buscar nidos olvidados de quebrantahuesos, sumergiéndose en los libros de los naturalistas que visitaron las sierras de Andalucía en el siglo XVIII y XIX y dejaron tras de sí “unas historias muy detalladas, que ilustraron con fotografías en blanco y negro”, explica.

También consultó a personas mayores de la zona “de 70 u 80 años, que se acordaban porque habían convivido con la especie o porque algún pastor les había comentado algo” para armar un puzle que todavía continúa construyéndose.

Siglos de cáscaras de huevo y presas

El equipo liderado por Antoni Margalida y Ana B. Marín-Arroyo revisó siglos de cáscaras de huevos, restos de presas y material de nidificación, y entre ellos también hallaron 226 objetos creados o alterados por el ser humano, lo que ofrece una perspectiva tanto de los ecosistemas pasados como de las culturas humanas de la región.

El tesoro recogido por los quebrantahuesos incluía instrumentos como una alpargata de esparto completa de finales del siglo XIII, un fragmento de piel curtida y pintada de la misma época que se asemeja a una máscara, un resto de cestería del XVIII, una flecha de una ballesta, cuerdas, aparejos para los caballos, hondas …

Algunos de los objetos descubiertos en los nidos de quebrantahuesos

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Sergio Couto / Universidad de Granada

Varios objetos tenían más de 600 años de antigüedad, según la datación por carbono-14. Los resultados del zapato databan de hace unos 675 años, mientras que los del cuero decorado eran de hace unos 650 años. Sin embargo, la datación reveló diversos períodos de tiempo, incluyendo un trozo de cesta de hace unos 150 años.

“Gracias a la solidez de las estructuras de los nidos y a su ubicación en el Mediterráneo occidental, generalmente en lugares protegidos como cuevas y abrigos rocosos con temperaturas relativamente estables y baja humedad, se han convertido en museos naturales, conservando material histórico en buen estado”, escriben los autores.

Huesos, pezuñas, pelo, cuero... también captaron la atención de los quebrantahuesos

Huesos, pezuñas, pelo, cuero... también captaron la atención de los quebrantahuesos

Sergio Couto / Universidad de Granada

Además de los objetos de fabricación humana, los especialistas encontraron 2.117 huesos, 86 pezuñas de ungulados (que forman parte de la dieta de este buitre), 11 restos de pelo, 72 de cuero y 43 cáscaras de huevo.

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