Para unos, aquella revolución económica, demográfica y paisajística fue una catástrofe, en tanto que para otros la extracción de plata y el tráfico de esclavos consolidaron sus imperios coloniales, lo que, a su vez, llevó a encarnizadas guerras por el poder global.
La idea de 1493. Cómo el descubrimiento de América transformó el resto del mundo (Capitán Swing) surgió en un huerto, ante el asombro del autor por la gran variedad de tomates cultivados con semillas de diferentes partes del globo. Una consecuencia más del intercambio que, desde finales del siglo XV, comprimió tierras y océanos y descorrió el velo de culturas ancestrales y hasta entonces desconocidas.
La tesis de su libro es que “el viaje de Colón no marcó el descubrimiento de un Nuevo Mundo, sino su creación”. ¿Qué quiere decir exactamente con eso?
Lo que hizo Colón fue increíblemente importante. Pero llamar a su viaje “descubrimiento” de las Américas es un poco extraño, teniendo en cuenta que decenas de millones de personas vivían allí. Sería un poco como si yo volara a España y anunciara en el aeropuerto de Madrid que había “descubierto” Europa.
Más bien, lo que Colón hizo fue iniciar el proceso de siglos que dio origen al mundo moderno y globalizado en el que hoy vivimos. Ese mundo fue moldeado por los intercambios que él inició: los cultivos americanos que llegaron a Europa, las enfermedades europeas que llegaron a América, la plata americana que llegó a China, etcétera. Ese mundo, nuestro mundo, fue el “Nuevo Mundo” que creó Colón.

'Primer desembarco de Cristóbal Colón en América', una visión romántica del desembarco de Colón, por Dióscoro Puebla, 1862
De algún modo, Miguel López de Legazpi, cuyo rastro ha seguido para la documentación de este libro, completó el sueño colombino, al establecer el comercio con China navegando hacia el oeste. ¿Fueron entonces Colón y Legazpi las dos caras de una moneda llamada globalización?
Un mundo globalizado es aquel en el que las corrientes de contacto humano atraviesan los océanos. Colón estableció esa corriente para el Atlántico; Legazpi, para el Pacífico. Algunas personas ya habían cruzado antes esos océanos: los isleños del Pacífico (probablemente), los pescadores vascos, los balleneros inuit (llegaron hasta Groenlandia y quizá más allá). Pero Colón y Legazpi marcaron el comienzo de unos vínculos sostenidos y duraderos en todo el mundo.
Igual que hoy, el concepto de globalización tiene muchos matices negativos…, aunque también no pocos positivos. Entre los primeros, la homogeneización cultural resalta como uno de los más dramáticos, pero también cabría hablar de homogeneización ecológica, ¿no es así?
Sí. Durante decenas de millones de años, los ecosistemas de los hemisferios oriental y occidental se desarrollaron sin apenas contacto. Colón marca el inicio de una gran unificación, en la que esos ecosistemas colisionaron y se mezclaron de repente. Este “intercambio colombino” –el nombre procede del gran historiador Alfred W. Crosby, que fue el primero en darse cuenta de su existencia– fue el mayor acontecimiento en la historia de la vida desde la muerte de los dinosaurios.
Una de las cosas que propició fue que los ecosistemas de todo el mundo fueran mucho más parecidos. Para ver lo que quiero decir, todo lo que tiene que hacer es ir a Castilla o Aragón y mirar los campos de maíz. O puede examinar los mapas de la producción española de maíz, como he hecho yo.

Charles C. Mann
En este sentido, cuenta que la implantación de cultivos como el tabaco, el boniato y el maíz desestabilizaron la agricultura china, basada mayoritariamente en el arroz. ¿Qué consecuencias políticas tuvo para la dinastía Ming?
Muchas cosas desestabilizaron a la dinastía Ming, entre ellas, tener un puñado de emperadores realmente incompetentes y venales. Otra fueron los graves trastornos ecológicos causados por la introducción de cultivos americanos en el árido oeste de China, que provocaron una deforestación masiva, erosión e inundaciones. Igualmente, otro factor fue la avalancha de plata española procedente de América, que desestabilizó la economía.
Además de esa convulsión de los cultivos, se produjo una locura financiera por la extracción de plata, con el resultado de la inflación y la inestabilidad económica. En líneas generales, ¿ese comercio desaforado de plata tuvo más de perjuicio que de beneficio para el mundo?
Creo que las consecuencias negativas no son sorprendentes. ¿Cuántas historias sobre riquezas repentinas ha leído que tengan un final feliz?
Un enorme torrente de plata –de dinero– llegó a España. La monarquía era un poco como uno de esos ganadores de lotería sobre los que leemos a veces, completamente incapaces de manejar su riqueza repentina. Contribuyó a engañar a la realeza española, haciéndole creer que podía involucrarse en un número extraordinario de guerras, lo que condujo a deudas masivas. Al final, gran parte de la plata fue a parar a banqueros de fuera de España, que la utilizaron para financiar todo tipo de empresas europeas.
¿Concuerda con la impresión del padre Bartolomé de las Casas sobre la conquista de México, que él calificó como “el apogeo de la injusticia y la violencia y la tiranía cometido contra los indios”?
Esta pregunta es sobre mi opinión. Se la daré, pero subrayaré que es solo la opinión de una persona, no un hecho.
Personalmente, me inquieta la palabra “apogeo” en la afirmación de Las Casas, que sugiere que la colonización española fue singularmente horrible. Por supuesto, España era el único imperio colonial que Las Casas conocía, así que no tenía ningún patrón de comparación. Pero hoy sabemos más.

Retrato de Bartolomé de Las Casas
La colonización en todas partes fue un negocio brutal. Pero ¿cómo comparar los distintos imperios coloniales? Lo que hicieron España en México, Alemania en Namibia, Francia en Haití, China en Vietnam, Japón en Corea o Inglaterra en Bengala, ¿con qué criterio significativo podemos medirlo?
Algunos imperios fueron peores en algunos aspectos y mejores en otros. Podría decirse que las acciones inglesas en la India a finales del siglo XIX mataron a más gente que las españolas en México en el siglo XVI, pero, por supuesto, entonces había más gente en la India a la que matar. La conquista inglesa de la India fue de menor duración que la española de México. Inglaterra tampoco se esforzó tanto por imponer el cristianismo. Pero ¿hace eso que el Imperio inglés sea de alguna manera mejor? Sospecho que la gente de la India no pensaría lo mismo.
¿Cuál fue, a su juicio, el mayor logro del “descubrimiento” de América y su mayor fracaso?
De nuevo, es solo mi opinión. Yo diría que la introducción de los cultivos americanos en el resto del mundo permitió a millones de personas escapar de la hambruna. Pero la introducción de enfermedades europeas en América mató a millones de personas. Lo trágico es que los beneficios y los costes fueron experimentados por personas diferentes.
¿Qué diferencias sustanciales encuentra entre el sistema de colonización español y el anglosajón?
En Por qué fracasan los países (Deusto, 2012), Daron Acemoglu y James Robinson sostienen que el Imperio español era principalmente extractivista, es decir, buscaba sobre todo llevarse recursos de sus colonias, concentrando el poder en manos de una pequeña élite.
El Imperio inglés fue más integrador y utilizó esos recursos para construir nuevas naciones. El inconveniente de los imperios inclusivos es que llevan consigo gran cantidad de colonos que pretenden reemplazar por completo a los habitantes originales, tal como ocurrió en Norteamérica. En las colonias españolas, las culturas indígenas se vieron gravemente afectadas, por supuesto, pero quedaron más intactas.

Nativos americanos e ingleses en Virginia
La catástrofe demográfica provocada por el intercambio colombino es otro de los asuntos que aborda en su libro. ¿De qué cifras hablamos cuando estudiamos las víctimas provocadas por los virus y bacterias que introdujeron los españoles en América?
Esa es una larga batalla que aún continúa. Pero creo que es justo decir que, en la mayoría de las zonas, los primeros ciento cincuenta años que siguieron al contacto asistieron a una pérdida de población de entre dos tercios y el 90%. Claramente, fue la peor catástrofe demográfica de la historia conocida.
Enfermedades como la viruela o el cólera mataron a miles de indígenas. Otras, como la malaria o la fiebre amarilla, acabaron impulsando el tráfico de esclavos. ¿Qué relación hay entre esas enfermedades y la esclavitud?
La malaria por el parásito Plasmodium falciparum y la fiebre amarilla fueron enfermedades africanas introducidas en el Caribe y América Latina. También hicieron incursiones regulares en Norteamérica. Ni los europeos ni los nativos americanos tenían experiencia con ellas, por lo que morían regularmente en grandes cantidades a causa de esas enfermedades.
La mayoría de los africanos, por el contrario, habían tenido fiebre amarilla de niños, lo que les dio inmunidad de adultos. Además, la mayoría de habitantes del África Occidental y Central tenían un par de mutaciones que les hacían menos propensos a contraer la malaria.

Interior de un barco de esclavos
Ahora imaginemos que usted es propietario de una plantación en América. Por el momento, deje a un lado todas las cuestiones del bien y el mal y piense solo en el dinero y los beneficios. Usted, el propietario de la plantación, necesita mano de obra para su algodón, azúcar, tabaco o lo que sea. Puede traer europeos como servidumbre contratada, o su equivalente, o puede traer indios mediante el sistema de encomienda, o su equivalente.
Pero esas personas, hacinadas en los dormitorios, probablemente contraerán la malaria y/o la fiebre amarilla. Incluso aunque no mueran, estarán enfermos mucho tiempo. O puede traer a un esclavo africano, que cuesta más, pero es menos probable que muera. Y un trabajador vivo caro es mucho mejor que un trabajador muerto barato.
Estoy generalizando mucho en diferentes lugares, épocas y circunstancias. Pero ese tipo de cálculo se produjo en toda América y dio un gran impulso al comercio transatlántico de esclavos.
Y a propósito de la esclavitud, su obra recuerda la figura, hoy un tanto olvidada, del conquistador Juan Garrido. ¿Quién fue este antiguo esclavo?
Juan Garrido fue un africano convertido en conquistador y luego en agente del cambio ecológico. Nació en el norte de África, sirvió con Cortés durante la conquista de México y fue la persona que introdujo el trigo en el continente americano.

Auxiliar en el séquito de Hernán Cortés, que algunos estudiosos identifican como Juan Garrido. Códice Durán
Si hoy visita el Bajío, en el centro de México, verá su obra: kilómetros y kilómetros de trigo por todas partes. El trigo de Garrido, que se utilizó para el pan español y las hostias de comunión, fue un factor clave para el sustento de los colonos que luego descubrieron plata y la enviaron a China.
Para mí, es un símbolo de la globalización –un africano que llevó los cultivos europeos a América– y un recordatorio de que cuando hablamos de España o Europa debemos recordar que estamos hablando de lugares que han estado mezclados culturalmente durante mucho tiempo.