El barco romano de Ses Fontanelles será extraído en 2026 tras pasar 1.700 años hundido a dos metros bajo el mar frente a la costa de Mallorca
Arqueología
La nave de carga data del siglo IV d.C. Y un buceador local la descubrió por casualidad en 2019

El barco es considerado “único” en el Mediterráneo por su estado de conservación

A tan solo dos metros bajo las aguas turquesas de la bahía de Palma, un antiguo barco romano yació olvidado durante 1.700 años. A pesar de encontrarse a apenas 65 metros de una de las playas turísticas más populares de Mallorca, la nave pasó desapercibida hasta que fue descubierta por casualidad en 2019.
El pecio de época tardorromana data del siglo IV d.C. Y está considerado como “único” en el Mediterráneo por su excepcional estado de conservación y también por el tipo de carga que llevaba en las ánforas selladas con tapones grabados con un crismón, un anagrama paleocristiano del nombre de Cristo y emblema de la victoria.
Zarpó del puerto romano de Cartagena
Los arqueólogos que han estudiado el derelicto naufragado están bastante seguros que la embarcación bautizada como Ses Fontanelles I zarpó del importante puerto romano de Cartagena cargada con la famosa salsa de pescado llamada garum, que se elaboraba principalmente con anchoas y en ocasiones con sardinas.
Las inscripciones grabadas (tituli picti) identificaron al fabricante de las ánforas como Ausonius et Alunni y revelaron que el cargamento también incluía aceite de oliva, aceitunas conservadas en una sustancia derivada de la uva y vino en cuatro tipos diferentes de tinajas.

Consciente del tesoro marino que tiene en sus costas, el Consell de Mallorca ha acordado que la extracción definitiva del pecio se realizará en 2026, según informó el presidente Llorenç Galmés en la clausura de las Jornadas Internacionales de Arqueología Marítima celebradas en las Islas Baleares
El seminario reunió a finales de octubre en Palma a multitud de especialistas de la comunidad científica nacional e internacional para definir el proceso para sacar del mar la nave hallada por casualidad hace seis años por Félix Alarcón mientras estaba buceando por la zona durante un baño matutino.
El hombre, residente en la capital mallorquina, observó fragmentos de madera que sobresalían del fondo marino. Las responsables de Patrimonio sometieron el lugar a una exhaustiva investigación subacuática y determinaron la ubicación de la nave de 12 metros de eslora y cargada con cientos de ánforas.
Conquistada por el cónsul Quinto Cecilio Metelo Balearico en el 123 antes de Cristo, la isla se convirtió en una escala estratégica romana en el Mediterráneo occidental. Durante el siglo IV, la bahía de Palma era una laguna portuaria que ofrecía refugio a las embarcaciones durante las tormentas.

Los expertos han detallado en que la nao no conserva la quilla, lo que obliga a planificar una extracción por fragmentos, siguiendo un protocolo meticuloso. “El mar nos ha dado un regalo del pasado, pero lo que decidamos hacer con él define nuestro futuro”, concluyó Galmés.
El pecio de Ses Fontanelles se construyó utilizando pino para la estructura longitudinal y otras maderas más duras como el enebro, el olivo o el laurel para las piezas más pequeñas como las clavijas, las mortajas y las espigas. Para proteger la carga durante el viaje, la tripulación usó ramas de vid y otras plantas como relleno.

Una moneda hallada bajo el mástil, acuñada en Siscia (actual Croacia) alrededor del año 320 después de Cristo, proporcionó una datación más precisa del naufragio. Tras su hundimiento, la arena cubrió rápidamente el barco, sellándolo y evitando la entrada de oxígeno y su descomposición biológica.
Entre los hallazgos más sorprendentes se encontraban dos zapatos de cuero, un taladro de carpintero probablemente utilizado para reparaciones a bordo y una lámpara de aceite con la imagen de la diosa Diana, símbolo de la caza y la luna.

Los análisis realizados en el laboratorio confirmaron que la arcilla de las ánforas procedía del sureste de España, lo que refuerza la evidencia del papel de Murcia como centro de producción de aceite y salsa de pescado durante la Antigüedad tardía.
Cuando se consume la extracción del pecio en 2026, cada fragmento se someterá a un proceso de desalinización en tanques de agua dulce en el Castell de Sant Carles (Palma) para eliminar los cristales de sal incrustados y los clavos corroídos antes de su impregnación y estabilización.

