Italo Calvino escenifica en Las ciudades invisibles un diálogo entre Marco Polo y Kublai Kan que se basa en un falso dilema. El segundo se pregunta si el arco de un puente consiste en las piedras que forman esa figura o si es ella la que mantiene en pie esos componentes al vertebrar su equilibrio. Con el Imperio otomano pasa un poco parecido. Frontera entre Europa y Oriente, ¿es ya la primera instancia asiática o la última escala occidental? La visión convencional se inclina por lo primero. Otomanos, por lo contrario. Sin ambages, pero con los matices del caso. De ahí el subtítulo de Kanes, césares y califas, alusivo a las tres raíces principales de la fórmula otomana: la mongola, la romana y la musulmana.
Autor de ensayos anteriores sobre esta potencia, Marc David Baer no alberga dudas sobre la europeidad del macro-Estado del Bósforo. El profesor de Historia Internacional en la London School of Economics indica en el volumen que, “por mucho que fueran asiáticos”, “los otomanos eran los herederos de Roma”. Sin prescindir, desde luego, de sus otros aspectos.
La tolerancia era el adhesivo
Baer teje aquí una cátedra apasionante sobre la historia otomana prestando atención a esa esencia occidental, llámese posromana, bizantina o a veces balcánica, de la Sublime Puerta. Comienza a finales del siglo XIII, con el jefe nómada turcomano que fundó y dio nombre a la futura dinastía imperial, y transita hasta que “Mustafá Kemal creó una nueva nación” en 1923. Resulta interesante observar cómo el declive de esta superpotencia empezó con los giros excluyentes del siglo XIX a favor de lo turco y lo musulmán en detrimento de la pluralidad étnica, religiosa y cultural que había definido secularmente la exitosa conglomeración.
Otomanos. Kanes, césares y califas
Marc David Baer
Madrid: Desperta Ferro, 2025
528 pp. 27,95 € (papel) / 11,39 € (digital)
Estamos ante un trabajo sobresaliente por su calidad documental y discursiva. Se esté de acuerdo o no con las tesis del autor, es una lectura muy atractiva, ya solo por su tromba de personajes y sucesos tan coloridos como, en ocasiones, extremos (hay poligamia, pederastia, asesinatos intrafamiliares, limpieza étnica…).
