El fuerte Boyard es una instalación militar del siglo XIX construida bajo el gobierno de Napoleón Bonaparte en el suroeste de Francia. Una estructura ovalada de 80 metros de largo por 40 de ancho y por 20 de altura que ha protagonizado numerosas localizaciones en series, películas y programas de televisión. Pero ahora, está el punto de mira de muchos de sus admiradores, ya que la infraestructura presenta graves desperfectos ocasionados por la erosión continua del mar y el oleaje.
Sus defensores consideran que para evitar el permanente desgaste al que está sometido a diario, deberían reconstruirse las estructuras históricas que acompañaban a la fortaleza: el espolón al norte, un puerto en el sur y una protección periférica de mampostería que sería reconstruida para asemejarse lo máximo posible a la construcción original. Nada sencillo si se tiene en cuenta que muchos de estos elementos deberían ensamblarse de manera prefabricada, en un puerto de dique seco para luego ser transportados a su ubicación final.
Casi dos siglos después de su construcción, esta obra arquitectónica vuelve a desafiar la ingeniería para ser rehabilitada y preparada para seguir sobreviviendo al paso del tiempo y a las tormentas marítimas.