Giovanni Riina ya no estará sujeto al régimen de cárcel dura. Así lo ha decidido la Corte de Casación, aceptando el recurso del hijo de Totò Riina, el jefe de jefes de la Cosa Nostra fallecido en prisión en el 2017. La noticia ha provocado una ola de indignación, desde el Gobierno italiano hasta la presidenta de la comisión parlamentaria Antimafia, Chiara Colosimo.
Riina júnior, arrestado en 1996 por graves delitos y condenado en el 2002 a cadena perpetua, estaba sometido al régimen de 41 bis . Este sistema, introducido para combatir la mafia, prevé el aislamiento total de los detenidos más peligrosos para impedir que se comuniquen con el exterior y continúen gestionando actividades criminales. Entre las medidas más severas se incluyen: limitaciones a las visitas familiares, control de correspondencia y llamadas telefónicas, además de una vigilancia constante. Según los magistrados de Roma, Riina no es solo un símbolo: la asociación mafiosa sigue activa en Corleone, y el detenido no ha mostrado signos de arrepentimiento real. Además, su conducta en prisión no siempre ha sido regular, y conserva, según la Fiscalía, una capacidad de intimidación sobre otros presos. Argumentos que, sin embargo, no han convencido a la Corte de Casación.
“Insistiremos en la solicitud de aplicación del 41 bis a Giovanni Riina”, declaró Andrea Delmastro, secretario de Estado de Justicia, de Hermanos de Italia. “La peligrosidad mafiosa sigue siendo actual y no podemos bajar la guardia”.