Tres meses después de las elecciones en Austria, la opción de un gobierno de conservadores y ultraderechistas se abre camino tras el fracaso de las negociaciones de coalición entre conservadores, socialdemócratas y liberales, que llevó al canciller en funciones, Karl Nehammer, a anunciar el sábado su dimisión como tal y también como líder de su partido, el ÖVP.
El presidente federal, Alexander van der Bellen, recibirá el lunes a Herbert Kickl, líder del partido de extrema derecha FPÖ, ganador de los comicios del 29 de septiembre y rechazado entonces por las demás formaciones, motivo por el que el conservador Nehammer –el ÖVP quedó segundo– trató de tejer un tripartito.
En una comparecencia televisada este domingo desde el palacio de Hofburg en Viena, el jefe del Estado Van der Bellen anunció que la semana entrante tomará posesión un nuevo canciller de Gobierno provisional, y que, tras hablar con distintos representantes políticos, “ha surgido la imagen de que las voces dentro del ÖVP que descartaban cooperar con el FPÖ dirigido por Herbert Kickl se han debilitado significativamente”. Tras las elecciones, Van der Bellen, de origen ecologista, descartó encargar a Kickl el intento de formar gobierno y optó por Nehammer.
El líder interino de los conservadores austriacos, Christian Stocker, en rueda de prensa en Viena el 5 de enero
Está por ver qué hará Van der Bellen ahora, pero el líder interino de los conservadores, Christian Stocker, elegido el domingo apresuradamente por la cúpula del partido, dijo que espera que “el líder de la formación más votada [es decir, Herbert Kickl] reciba el encargo de formar un nuevo gobierno” por parte del presidente. Stocker aclaró también la disposición del ÖVP a abrir negociaciones de coalición con la extrema derecha. “En lugar de rapidez en la formación de un gobierno, ahora tenemos tres meses perdidos; en lugar de estabilidad, tenemos caos”, afirmó Kickl en un comunicado.
El FPÖ ha sido socio menor de Gobierno en Austria cuatro veces: con el socialdemócrata SPÖ en 1983-1986; con el conservador ÖVP en 2000-2007 (dos legislaturas); y de nuevo con los conservadores en el 2017. Esta vez, en cambio, podría ser que el FPÖ encabece la coalición y que su líder Kickl se convierta en el primer canciller de extrema derecha de Austria desde el inicio de la posguerra.

