Los cristianos ortodoxos en Moscú celebran la Epifanía con la tradicional inmersión en aguas heladas. Muchos elogian esta práctica como un fortalecimiento tanto del alma como del cuerpo, aunque los equipos de rescate están presentes para intervenir en caso de que alguien sufra el impacto estremecedor de la fría inmersión.
En toda Rusia, los devotos celebran la Epifanía el 19 de enero sumergiéndose en aguas gélidas a través de agujeros cortados en el hielo de lagos y ríos, imitando el bautismo de Jesucristo en el río Jordán.
Sin embargo, las temperaturas inusualmente cálidas de este invierno han llevado a los servicios de emergencia locales en algunas regiones a cancelar los eventos, argumentando que el hielo es demasiado delgado para que los fieles se bañen de manera segura.