Un avión con 60 pasajeros y cuatro tripulantes se ha estrellado esta noche sobre el río Potomac en Washington, junto al aeropuerto Ronald Reagan (DCA), con un helicóptero militar con tres soldados, mientras se aproximaba a la pista de aterrizaje.
Tras el siniestro, y aunque por el momento solo se han recuperado 30 cuerpos, las autoridades no esperan “hallar supervivientes”, tal y como ha confirmado en una comparecencia el responsable del cuerpo de bomberos.
El avión siniestrado era el vuelo 5342 de American Airlines, un jet Bombardier CRJ700 de PSA Airlines, y el helicóptero militar, un Sikorsky H-60 (Black Hawk), que estaba realizando un vuelo de entrenamiento.
El aeropuerto ha paralizado todas sus operaciones hasta el viernes, mientras bomberos y efectivos federales, estatales y locales realizan operaciones de búsqueda y rescate. Las autoridades no han dado todavía una cifra oficial de muertos pero ya han confirmado que han sacado “varios” cadáveres del río y no se ha rescatado a ninguna persona con vida. La cadena estadounidense Fox ha indicado que en el río se encuentra el avión partido en dos, mientras que el helicóptero también está bajo el agua, en su caso en posición del revés.

Nuevas imágenes del accidente aéreo en Washington
Alrededor de las 20:50 hora local (las 2:50h en España), la policía ha comenzado a recibir llamadas de testigos, que han colgado varios videos de la escena en las redes sociales. En una grabación realizada desde el cercano Kennedy Center, se ve al avión reduciendo su altura para aterrizar y una explosión de fuego tras el choque, seguida de un humo blanco. El avión y el helicóptero han caído al río Potomac, con temperaturas de 0 grados Celsius.
El aeropuerto Ronald Reagan ha informado en seguida que “se han interrumpido todos los despegues y aterrizajes en DCA. El personal de emergencia está respondiendo a un incidente aéreo en el aeródromo. La terminal permanece abierta. Habrá actualización”. La compañía American Airlines y el Pentágono han confirmado que sus aparatos estaban involucrados y el número de pasajeros (60), tripulantes (4) y soldados (3) en su interior.

Audio de la torre de control en el momento del accidente de avión de Washington
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha dicho en una rueda de prensa desde el mismo aeropuerto que las autoridades están coordinadas y “trabajando diligentemente, en condiciones muy oscuras y en el agua fría, para ejecutar esta operación de rescate”. La ha acompañado el nuevo secretario de Transporte, Sean Duffy, en su primer día de trabajo, pues fue confirmado ayer por el Senado: “He hablado con el presidente Trump y su equipo en la sala de crisis (de la Casa Blanca) y vamos a ofrecer pleno apoyo a los que están sobre el terreno”.
Donald Trump, presidente de EE.UU.
“Es una noche clara, las luces del avión estaban encendidas, ¿por qué el helicóptero no subió o bajó, o giró?”
El presidente Donald Trump ha dicho a través de un comunicado que ha sido “completamente informado” del accidente y está “monitoreando la situación”. En otro mensaje, ha dicho que el accidente “podría haberse evitado”, cargando contra la torre de control: “El avión estaba en una línea de aproximación perfecta y rutinaria al aeropuerto. El helicóptero se dirigía directamente hacia el avión durante un largo periodo de tiempo. Es una NOCHE CLARA, las luces del avión estaban encendidas, ¿por qué el helicóptero no subió o bajó, o giró? ¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero qué hacer en lugar de preguntar si vieron el avión?”, se ha preguntado en su plataforma Truth Social.
El consejero delegado de American Airlines, Robert Isom, ha publicado un video en el que lamenta la tragedia y asegura que está cooperando con las autoridades: “Queremos saber todo lo que podamos sobre los acontecimientos de hoy”, ha dicho, añadiendo que ya se dirige a Washington con su equipo.
A la operación se han sumado también submarinistas de los estados vecinos de Maryland y Virginia, así como autoridades locales de Washington, las primeras en responder. Las frías temperaturas del río Potomac hacen que las primeras horas tras el accidente sean cruciales para el rescate de los pasajeros, de los que de momento no se ha confirmado ninguna cifra de fallecidos. El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido una advertencia sobre los peligros de sumergirse en el río, alertando que el tiempo estimado de supervivencia en tales condiciones oscila entre 30 y 90 minutos.
Las autoridades han subrayado que, ante las condiciones por el frío, el operativo de rescate se extenderá a lo largo de la madrugada del jueves y el tiempo necesario. “Es una operación muy compleja. Las condiciones son extremadamente duras para los socorristas. Hace frío y están lidiando con condiciones relativamente ventosas. El viento es fuerte en el río”, dijo en una conferencia de prensa John Donnelly.