Más allá de Palestina e Israel, ningún país ha sufrido tanto por el último episodio de violencia y destrucción alrededor de Gaza como Tailandia. Cinco de sus ciudadanos secuestrados por Hamas fueron liberados ayer jueves por la tarde, en un canje que también benefició a dos israelíes y a 110 palestinos de edades comprendidas entre los 15 y 69 años.
El ministerio de Exteriores en Bangkok estima ahora que solo permanece retenido uno de los 31 jornaleros tailandeses que el 7 de octubre de 2023 cayeron en manos de milicias palestinas, mientras trabajaban en invernaderos, plantaciones y pueblos agrícolas cercanos a la Franja de Gaza. El resto fueron liberados en el intercambio de rehenes y prisioneros de noviembre, excepto dos a los que se da por muertos en los túneles.
Los cinco tailandeses recién canjeados por la resistencia palestina se encuentran “estables” según el parte médico del hospital israelí donde permanecerán hasta diez días, antes de su repatriación a Tailandia. Sin embargo, la madre de uno de ellos, Watchara, ni siquiera lo reconoció en las primeras imágenes, por su pérdida de peso y aspecto pálido y demacrado.
Jornal de riesgo
Desde la razia de Hamas del 7 de octubre,
46 tailandeses han muerto en la zona
Aunque la alegría por haber sobrevivido a casi dieciséis meses de calvario superaba cualquier otra consideración en la mujer, que declaraba “no haber pegado ojo” hasta que, a las tres de la madrugada, tuvo que levantarse para recolectar con su marido el goteo de caucho de su humilde plantación en el nordeste de Tailandia.
Este es el lugar de origen de la mayoría de los más de 30.000 jornaleros asiáticos empleados en explotaciones agrícolas de Israel. Cinco mil de ellos en invernaderos pegados a la Franja en que la mayoría de israelíes no trabajarían ni por todo el oro del mundo.
Los familiares del recién liberado Watchara Sriaoun pudieron hablar anoche con él por videollamada desde su pueblo del nordeste de Tailandia tras más de 15 meses de angustia.
Cerca de diez mil de estos jornaleros han sido repatriados a Tailandia por voluntad propia desde la razia de Hamas. Algunos han vuelto posteriormente, pero otros, como el hermano de uno de los liberados ayer, ya no lo harán, renunciando a agotar su estancia máxima de 5 años y 3 meses en Israel (sumando todos los contratos). Por este motivo, los empresarios israelíes buscan reemplazos en otros países, como India y Nepal.
Aunque Filipinas es el otro país asiático con mayor número de inmigrantes en el estado hebreo, se trata en la mayoría de casos de empleadas del hogar, cuyo riesgo es mínimo o nulo.
Nada menos que 46 tailandeses han pagado con su vida el último estallido bélico entre el ejército de Israel y las milicias de Palestina y varias docenas más han resultado heridos. Las últimas bajas se registraron en explotaciones pegadas a Líbano, durante la más reciente invasión israelí, en pueblos donde la población judía había sido evacuada meses atrás.
Los tailandeses recién liberados ya han podido hablar con sus familias, visiblemente emocionadas tras más de quince meses de silencio, incertidumbre y angustia. El canal Thai PBS ha revelado la edad de cada uno de ellos: Watchara Sriaoun (33), Pongsak Thaenna (36), Sathian Suwannakham (35), Bannawat Seathao (27) y Surasak Rumnao (32).
La primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, ha agradecido la mediación de Qatar, Turquía, Egipto, Irán y Estados Unidos en la liberación de sus conciudadanos, así como los actuales cuidados de Israel. La diplomacia siamesa es extremadamente prudente en este conflicto, dada la sensibilidad de los ciudadanos del extremo sur del país, de mayoría musulmana y malaya.
Tampoco olvida que los sentimientos están a flor de piel entre la población de dos de sus socios en ASEAN, Malasia e Indonesia, que no reconocen a Israel. En cambio, otros dos países del grupo del sudeste asiático, Birmania y Singapur, no mantienen relaciones con Palestina.
La embajadora de Tailandia en Tel Aviv, Pannabha Chandraramya, recibe al liberado Watchara Sriaoun, cuya madre no pegó ojo antes de volver a trabajar en sus árboles de caucho
La situación de los inmigrantes tailandeses en Israel es polémica desde que, hace veinte años, empezaron a sustituir a los peones agrícolas palestinos, tras el bloqueo ilegal de Gaza que todavía continúa. El programa lleva marchamo oficial tras los acuerdos bilaterales de 2012. El 83% de los inmigrantes tailandeses cobran por debajo del salario mínimo israelí, aunque bastante más que en sus regiones de origen, por lo que el gobierno de Bangkok se pone de perfil ante este y otros abusos.
Según la BBC, en solo seis años fallecieron 172 durante el desempeño de su trabajo, lo que da idea de la dureza de la condiciones laborales. Asimismo, según el informe de dos sociólogas israelíes ante la Kneset, el 100% de las trabajadoras tailandesas en Israel dice ser objeto de acoso sexual por parte de sus patronos.
Economías de guerra
Tailandia envía a 30.000 jornaleros a Israel mientras recibe muchos más de Birmania
La embajadora de Tailandia en Israel, Pannabha Chandraramya, recibió ayer a los cinco liberados y se reunió con el presidente israelí, Isaac Herzog. Se espera que este fin de semana viaje a Israel el ministro de Exteriores tailandés, Maris Sangiampongsa, a fin de acelerar el regreso de sus compatriotas.
Los cinco tailandeses fueron liberados junto a los rehenes israelíes Arbel Yehud, civil de 29 años, Agam Berger, mujer soldado de 20, y Gadi Moses, de 80.
