El candidato a canciller de los conservadores alemanes, Friedrich Merz, sufrió este viernes una grave derrota parlamentaria cuando faltan tres semanas para las elecciones anticipadas del próximo 23 de febrero, para las que el bloque conservador CDU/CSU parte como favorito en los sondeos.
El Bundestag (cámara baja del Parlamento) rechazó un proyecto de ley de endurecimiento de la política migratoria presentado por la oposición conservadora, en medio de una intensa polémica porque, de haberse aprobado, habría sido la primera legislación alemana adoptada gracias a los votos de la extrema derecha. Finalmente, el texto no prosperó, al recibir 338 votos a favor, 349 en contra y 5 abstenciones.
Contenido de la ley aparte, la polémica arreció por cómo la aceptación tácita por Merz de votos del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha erosionado el cordón sanitario (aquí llamado Brandmauer, cortafuegos) a la extrema derecha. El Gobierno en minoría de socialdemócratas y verdes del canciller Olaf Scholz se opuso de lleno al texto y acusó a Merz de romper ese consenso, en un ambiente de fuerte tensión política en el hemiciclo.
Ya el miércoles, Merz había dado una vuelta de tuerca aceptando el voto del partido ultra en una moción no vinculante sobre restricción migratoria, que sí fue aprobada. El asunto provocó una inusual toma de posición pública de la excanciller democristiana, Angela Merkel, quien el jueves le reprochó como “un error” haber permitido “por primera vez, una mayoría con votos de la AfD en una votación en el Bundestag el 29 de enero del 2025”, según escribió en un comunicado.
Este viernes, durante un largo receso Friedrich Merz intentó sin éxito negociar con socialdemócratas y ecologistas su apoyo al texto, en una operación negociadora en la que participó el partido liberal FDP. El bloque conservador, formado por la democristiana CDU de Merz y su socia histórica, la socialcristiana CSU de Baviera, insistía en que no buscaba una alianza de gobierno o un pacto sobre esta ley, sino promover sus ideas para limitar la inmigración. “No se puede creer en serio que tendamos la mano a un partido que quiere destruirnos”, aseguró Friedrich Merz en referencia a la AfD.
Socialdemócratas y verdes no lo veían así. “Todavía podemos cerrar juntos las puertas del infierno”, dijo el diputado socialdemócrata Rolf Mützenich en el atril antes de la votación, instando a la CDU/CSU a “restablecer el cordón sanitario” –que el SPD daba ya por quebrado- de los partidos moderados frente a la AfD.
Derrota parlamentaria
El líder conservador, Friedrich Merz, fracasa en su polémico plan a tres semanas de las elecciones del 23 de febrero
El Bundestag tiene 733 escaños, pero solo se emitieron 692 votos. Doce de los 196 diputados de CDU/CSU se ausentaron para no votar, algo de lo que Merz deberá tomar nota. El partido liberal FDP, que oficialmente apoyaba el proyecto de ley, sufrió también defecciones: de sus 90 parlamentarios, 2 votaron en contra, 5 se abstuvieron, y 16 se esfumaron.
“Friedrich Merz saltó como un tigre y acabó como una alfombra”, dijo despectivamente Alice Weidel, candidata a canciller de la AfD, irritada tras el resultado de la votación. Los diputados ultras votaron sí al texto. Siete votos llegaron del partido izquierdista antiinmigración Alianza Sarah Wagenknecht (BSW), y otros cinco, de diputados no adscritos. No se sabe cuántos diputados estuvieron ausentes por enfermedad.
Cunde la impresión de que Friedrich Merz, de 69 años, un líder de partido sin experiencia de gobierno y con considerables dosis de arrogancia personal, ha dado un gravísimo traspié con este movimiento, que puede atribuirse a un intento de arrebatar a la AfD la bandera electoral del rechazo a la inmigración. Un sondeo de DeutschlandTrend para la televisión pública reveló que el 67% de los votantes alemanes apoya los controles fronterizos permanentes.
El proyecto de ley rechazado, que Merz fundamentó en recientes ataques mortales perpetrados por extranjeros, no se refería a las fronteras, sino a acabar con la reagrupación familiar para quienes no tienen derecho al asilo pleno, incluir en la ley el objetivo de limitar la migración, y dar a la policía federal competencias para rescindir permisos de residencia.
De haberse aprobado, este proyecto de ley tampoco habría salido adelante, porque no habría pasado el trámite en el Bundesrat (cámara alta del Parlamento), la cámara de representación de los 16 länder (estados federados) que componen el país, varios de los cuales tienen coaliciones de gobierno encabezadas por socialdemócratas o verdes.
La moción no vinculante de Merz aprobada el miércoles en el Bundestag gracias a la AfD pedía la devolución en la frontera de extranjeros sin documentos de entrada válidos, incluidos potenciales solicitantes de asilo, lo cual choca con la legislación europea de asilo. Se adoptó por muy estrecho margen (348 votos a favor, 345 en contra y 10 abstenciones), y no habría salido adelante sin el concurso de la AfD. También votó a favor el partido liberal FDP. Ese día, Merz argumentó que “una decisión correcta no se convierte en incorrecta porque personas inadecuadas estén de acuerdo con ella”, e insistió en que no formará coalición de gobierno con la ultraderecha.

Manifestantes en defensa del cordón sanitario a la ultraderecha frente a la sede del partido socialcristiano CSU en Munich, el 30 de enero
'Wir sind die Brandmauer!'
Manifestaciones a favor del cordón sanitario a la extrema derecha
La posibilidad de que por primera vez se aprobara una ley con el concurso de la ultraderecha ha causado indignación, y buena parte de la sociedad civil se ha movilizado para condenar el paso dado por el bloque CDU/CSU del candidato Friedrich Merz como un “ruptura de un tabú” y un “agrietamiento del cordón sanitario”. Desde el miércoles se han producido manifestaciones de protesta en diversas ciudades bajo el lema Wir sind die Brandmauer! (Nosotros somos el cortafuegos), mayormente ante sedes regionales o locales de la CDU. La de Munich ante el cuartel general de la CSU reunió a unas 10.000 personas. Para el fin de semana y hasta el 7 de febrero están programadas por redes contra la ultraderecha casi un centenar de marchas en otras tantas ciudades alemanas. La de Berlín será este domingo.