Marine Le Pen, cuyo partido tuvo en el pasado estrechos vínculos con Rusia, mantiene una actitud ambigua hacia Vladímir Putin y también respecto a Donald Trump. La tres veces candidata al Elíseo del Reagrupamiento Nacional (RN, extrema derecha) concedió una extensa entrevista a Le Figaro en la que aseguró que el fundamentalismo islámico continúa siendo la principal amenaza para Francia, más que Rusia.
La líder ultra francesa necesita ocupar espacio mediático y distanciarse del presidente Emmanuel Macron después de que este, muy debilitado en política interna, haya tomado de nuevo la iniciativa en el ámbito internacional, reclamando un papel preponderante para Francia, única potencia nuclear de la Unión Europea, en la actual crisis geopolítica.
La tres veces candidata al Elíseo cultiva la ambigüedad tanto hacia Putin como hacia Trump
Le Pen, siempre irónica, se sorprendió del dramatismo y “la urgencia” de Macron en su reciente alocución televisada, en la que casi pareció preparar al país para la guerra, cuando es justo el momento, después de más de tres años, en que hay una perspectiva de posible paz en Ucrania. Según ella, Macron “es el presidente del desarme de nuestra soberanía”, ya desde que asumió el poder en el 2017, y ha pasado de proponer una “sumisión a Estados Unidos a una sumisión a la UE”.
Sobre el fundamentalismo islámico, Le Pen dijo estar totalmente de acuerdo con el ex primer ministro conservador François Fillon en que es el peligro mayor y recordó que hace unos años, cuando Macron decretó “la muerte cerebral” de la OTAN, ella propuso transformar la Alianza para centrarla en misiones contra el yihadismo. Además, relativizó la amenaza real rusa al indicar que, en tres años, los rusos no han avanzado demasiado en Ucrania. “Hay pocas posibilidades de que tengan la ambición de llegar hasta París”, agregó. Le Pen sí reconoció que Putin es cada vez más hostil hacia Occidente, pero eso no significa que haya que hacerle la guerra. “En el ámbito geopolítico, la buena actitud es la altitud”, afirmó. Por lo tanto, calma. Además, citó a un experto en Rusia, sin decir su nombre, quien una vez la avisó de que detrás de Putin podría venir alguien mucho más hostil hacia Occidente.
Le Pen relativizó la amenaza real rusa al indicar que los rusos apenas han avanzado en tres años de guerra en Ucrania
Sobre Trump, Le Pen fue con pies de plomo y trató de llevar el agua a su molino ideológico. Hace unos días, en un debate en la Asamblea Nacional, fue dura con la encerrona a que fue sometido Volodímir Zelenski en la Casa Blanca. En la entrevista con Le Figaro, sin embargo, se mostró más comprensiva y destacó que cumple sus promesas electorales. A la líder ultraderechista le gusta “el gran retorno a las naciones” tras una globalización exacerbada que ella siempre ha visto con más que recelo. “Este momento, el del retorno de las naciones, es nuestro momento”, constató con satisfacción, y, por consiguiente, se mostró muy en contra de un ejército europeo o de compras de armamento comunes, como propone Bruselas.
Le Pen, cuya suerte política depende de una sentencia judicial que se conocerá en París el próximo 31 de marzo sobre el caso del presunto fraude de su partido al Parlamento Europeo, piensa que unas nuevas elecciones anticipadas en Francia son inevitables ante la ausencia de mayoría en la Asamblea. Amenazada con la inhabilitación durante cinco años si es condenada, Le Pen es optimista, cree que será absuelta y que podrá presentarse y ganar las próximas presidenciales.