Putin y Trump acuerdan negociar también un alto el fuego en el mar Negro

Guerra en Europa

La tregua marítima en el conflicto ucraniano tendrá que aplicarse tras llevar a cabo “negociaciones técnicas”

La conversación cara a cara con la Casa Blanca sirve a Rusia para reafirmar liderazgo

Putin acuerda con Trump cesar sus ataques a las infraestructuras y la energía de Ucrania durante 30 días

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Un barco de desembarco militar ruso cerca de Kerch, con el puente de Crimea al fondo, en una imagen de 2023 

Uncredited / Ap-LaPresse

La iniciativa de Donald Trump de hablar por teléfono con Vladímir Putin dio resultado este martes. El presidente ruso aceptó comenzar a aplicar la tregua de 30 días cesando los ataques a la infraestructuras energéticas, y luego seguir negociando para intentar que se aplique también en el mar Negro. El líder ruso, además, se mostró dispuesto a acordar con Washington las vías para poner fin al conflicto armado.

En un comunicado, el Kremlin aseguró que Putin y Trump llevaron a cabo un intercambio de opiniones detallado y franco sobre la situación en torno a Ucrania.

Y ambos expresaron su interés mutuo en normalizar las relaciones entre sus dos países.

Tras la conversación, Putin apoyó la idea de Trump de que tanto Rusia como Ucrania cesen durante 30 días los ataques contra las infraestructuras energéticas. Luego dio la orden a las Fuerzas Armadas para parar esos ataques.

Intercambio de 350 prisioneros

Otro resultado de estas negociaciones telefónicas es el acuerdo sobre el intercambio de 350 prisioneros de guerra entre Rusia y Ucrania, 175 por cada bando.

Además, Rusia, como gesto de buena voluntad, entregará a Kiev 23 soldados ucranianos gravemente heridos, sigue el comunicado del Kremlin.

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“Al reafirmar el compromiso de principio con la solución pacífica del conflicto, el presidente de Rusia declaró su disposición a trabajar conjuntamente con los socios estadounidenses para estudiar cuidadosamente las posibles vías de solución, que deben ser complejas, sostenibles y a largo plazo. Y, por supuesto, tener en cuenta la necesidad incondicional de eliminar las causas fundamentales de la crisis, los intereses legítimos de Rusia en el campo de la seguridad”, añadió el Kremlin.

Rusia afrontaba este martes el contacto entre los líderes de las dos potencias con “esperanza”, como dijo antes de este contacto Yuri Ushakov, consejero de Putin y exembajador ruso en Estados Unidos. Un momento “histórico”, dijo otro consejero del Kremlin, Kiril Dimítriev.

No en vano, además de hablar de Ucrania y de la propuesta de alto el fuego de 30 días que hace una semana propuso Washington, en Moscú se celebra que Rusia vuelva a negociar cara a cara con la principal potencia mundial. Además, quieren usar estos contactos para desarrollar otros temas, como restaurar las relaciones bilaterales con EE.UU. o volver a atraer a las empresas occidentales que dejaron el mercado ruso cuando Putin envió al Ejército contra el país vecino.

Territorios y central nuclear

Ha sido la segunda conversación telefónica entre ambos presidentes desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca. La primera se produjo el 12 de febrero, y en ella decidieron poner en marcha las negociaciones para intentar solucionar la guerra en Ucrania.

Trump anunció este contacto telefónico el lunes, y dijo que tenía la intención de plantear la cuestión de posibles cesiones de territorios de Ucrania controlados por las tropas rusas, así como discutir el control de la central nuclear de Zaporiyia.

El politólogo Yevgueni Mínchenko, cree que centrarse en el territorio y la central nuclear de Zaporiyia es una petición de los mismos ucranianos. “El motivo es que la planta de Zaporiyia juega un papel importante en el sistema energético de Ucrania. Es importante para la economía del país. Las autoridades ucranianas quieren recuperarla, al igual que los asentamientos liberados por las tropas rusas”, argumentó el experto en el electrónico oficialista Vzgliad.

A Marte con Elon Musk

La preparación de la llamada telefónica llevó “varios díás”, dijo el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, e incluyó consultas con el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz.

Además, la posición de Moscú es no reducir las negociaciones con Estados Unidos solo al arreglo del conflicto en Ucrania. El reseteo de las relaciones bilaterales es el otro gran tema que tratan el Kremlin y la Casa Blanca. Pero hay más, pues pretende complementar esas negociaciones con otras áreas en las que se pueda avanzar, tanto en cuestiones económicas como políticas.

El jefe del soberano Fondo Ruso de Inversión Directa, Kiril Dimítriev, que participó en la reuniones en Riad (Arabia Saudí) entre Rusia y EE.UU., saludó con entusiasmo la conversación entre los presidentes en la red social X: “¡Bajo el liderazgo del presidente Putin y del presidente Trump, el mundo es hoy un lugar mucho más seguro! ¡Histórico! ¡Épico!” Ya de forma presencial anunció a través de la agencia Tass que Moscú planea abordar con Elon Musk, consejero estrella de Trump y fundador de SpaceX, la cooperación en el espacio entre ambos países.

En Riad, Dimítriev estaba encargado de negociar la normalización económica con EE.UU. Hace unos días propuso a Musk enviar una misión conjunta a Marte. “Nuestros conocimientos y tecnologías deben servir al bien de la humanidad y no a su destrucción”, señaló entonces.

Putin pide que Kyiv pare la movilización y que cese la ayuda militar a Ucrania

En Rusia se valora enormemente la relevancia internacional que le aportan los contactos con la nueva administración de la Casa Blanca. El Kremlin vuelve a sentarse a negociar con EE.UU. de tú a tú, logrando gracias a Donald Trump y su peculiar política internacional lo que Vladímir Putin llevaba años reclamando.

“Ahora hay un verdadero proceso diplomático en toda regla. No tiene un final predeterminado. Las negociaciones avanzan en su lógica y el resultado se forma a medida que avanza el diálogo. Esto es notablemente diferente de lo que veíamos en décadas anteriores, cuando Estados Unidos y sus aliados dominaban las relaciones internacionales”, argumenta en el electrónico Vzgliad el politólogo Fiódor Lukiánov, director de la revista Russia in Global Affairs y director científico del Club de debate Valdái. Según este experto, antes cualquier negociación debería haber llevado a una solución que convenciese a Occidente. “Ahora las partes están utilizando las ventajas, palancas y oportunidades que tienen”, aseguró.

Putin insistió la semana pasada en una idea ya repetida por las autoridades rusas: que firmar una tregua no tiene sentido si no se hace para lograr una paz a largo plazo. Rusia no quiere que Ucrania utilice ese tiempo de tregua para rearmarse y reagrupar sus tropas y propuso implementar un sistema para verificar que el alto el fuego se cumpla, señalando que no pueden hacerlo tropas de los países europeos, como proponen Francia y Reino Unido, con el acuerdo de Ucrania.

En este contexto, el Kremlin dijo que Putin señaló a Trump la necesidad de detener la movilización militar en Ucrania y también el rearme de las Fuerzas Armadas de Ucrania: “La condición clave para evitar la escalada del conflicto y trabajar hacia su resolución por medios políticos y diplomáticos debe ser el cese completo de la asistencia militar extranjera y el suministro de información de inteligencia a Kyiv”, dijo el Kremlin en su comunicado.

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