La tregua entre Hizbulah e Israel pende de un hilo tras una oleada de ataques aéreos sobre el sur de Líbano, que han dejado por el momento dos muertos. El primer ministro israelí, Beniamín Netanyahu, ordenó a las fuerzas armadas “actuar con fuerza contra decenas de objetivos terroristas en Líbano”, según declaró en un comunicado. Se trata de una respuesta, según Tel Aviv, al lanzamiento de seis proyectiles desde suelo libanés, tres de los cuales traspasaron al otro lado de la frontera y fueron interceptados por las defensas antiaéreas.
Por su parte, Hizbolah negó cualquier responsabilidad por los ataques del sábado, y comunicó a la presidencia de Líbano que “no tiene ningún vínculo” con el lanzamiento de cohetes, además de reiterar su compromiso con el alto el fuego. Según la agencia Reuters, un funcionario israelí declaró que aún no ha podido confirmar la autoría del ataque.

Soldados israelíes en el lado israelí de la frontera entre Israel y el Líbano
A pesar de su versión, el gobierno israelí ha decido responder con contundencia y lanzó la mayor ofensiva aérea desde la firma de la tregua el pasado noviembre. A lo largo de la mañana, al menos 18 puntos de la mitad sur del país fueron atacados.
En las afueras de Nabatiya, feudo de Hizbulah, al menos dos personas murieron y otras ocho resultaron heridas en uno de estos impactos. La agencia estatal de noticias del Líbano también informó que la ofensiva también afectó a localidades fronterizas y colinas a unos ocho kilómetros dentro del territorio libanés.
No es la primera vez que Israel golpea Líbano desde el acuerdo de alto el fuego. Los bombardeos o ataques con dron se han producido de manera constante en los últimos meses, habitualmente contra posiciones de la milicia, quien se comprometió a retirarse de la zona fronteriza entre los dos países y cesar la violencia.
Según las autoridades del país de los cedros, las fuerzas israelíes han violado más de 1.100 veces la tregua durante este tiempo, aunque Tel Aviv asegura que se trata de una medida para que Hezbolah no se rearme.
Primer ataque desde el Líbano en meses
El pasado enero, las tropas hebreas se retiraron finalmente del sur de Líbano a excepción de ocho puntos del muro fronterizo, donde los soldados israelíes siguen patrullando. Por su parte, la milicia chií, que perdió gran parte de su cúpula durante la guerra, incluido su líder histórico, Hasan Nasralah, está en su peor momento en años.
Las secuelas del conflicto más el corte de la ruta de suministro de armas a través de siria desde Irán, a causa de la caída de Bashar el Asad, ha provocado que el nuevo líder del grupo, Naim Qasem, module su discurso y asegure que este no es el momento de retomar el conflicto directo con Israel.
En ese sentido Hezbolah asegura haber cumplido con el acuerdo de desmilitarización de la llama “línea azul” que divide ambos territorios y dejado paso al Ejército libanés, quien, según el texto refrendado por Estados Unidos y Francia, debe mantener el control de esta zona caliente. El acuerdo también especifica que el gobierno del Líbano es responsable de desmantelar toda la infraestructura militar en el sur del país y confiscar todas las armas no autorizadas.
Por ello, el presidente libanés Joseph Aoun ordenó al ejército libanés asegurar “cualquier violación” que pudiera amenazar la estabilidad en el Líbano y aseguró que las fuerzas armadas han encontrado y desmantelado tres “lanzacohetes primitivos” en el sur.

Un soldado israelí observa la ciudad israelí de Metula, justo al lado de la frontera entre Israel y el Líbano
El primer ministro Nawaf Salam advirtió sobre una posible reanudación de las operaciones militares en el sur del Líbano. “Deben tomarse todas las medidas de seguridad y militares para demostrar que el Líbano decide sobre asuntos de guerra y paz”, dijo en un comunicado.
A su vez, Netanyahu declaró que Israel responsabiliza al gobierno libanés de “todo lo que ocurra dentro de su territorio y que no permitirá ningún daño a sus ciudadanos ni a su soberanía, y hará todo lo que esté en su poder para garantizar la seguridad de los ciudadanos de Israel y de las comunidades del norte”.
Por su parte, la fuerza de paz de las Naciones Unidas en el Líbano, conocida como Finul, dijo en un comunicado el sábado que estaba ”alarmada“ por la violencia en la frontera. ”Cualquier escalada adicional de esta situación volátil podría tener graves consecuencias para la región", señaló.

Mirador con vistas a la frontera entre Israel y el Líbano en su lado israelí
Represalias por la ruptura del alto el fuego
El ataque se produce en una creciente presión aérea a Israel, con lanzamientos de proyectiles por parte de los hutíes de Yemen, así como algunos disparos de cohetes desde la Franja de Gaza y, ahora, Líbano.
A falta de se confirme la autoría y motivación del ataque desde Líbano, el resto responden a que Israel rompiera el alto el fuego en la Franja de Gaza con una intensa oleada de bombardeos en la madrugada del martes.
En la noche del viernes, un misil disparado por los hutíes hizo sonar las alarmas antiaéreas en Jerusalén, donde es poco habitual que se escuchen, y otros puntos del centro de Israel. Horas antes, el lanzamiento de proyectiles desde Gaza las había hecho saltar en Ascalón, una ciudad próxima a la Franja.
130 fallecidos en Gaza en las últimas 48 horas
El número de muertos por los ataques de Israel en Gaza desde que rompió el alto el fuego el 18 de marzo ascendió a 634, mientras que los heridos son al menos 1.172, según el último informe del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás en la Franja palestina. Sanidad actualizó sus cifras al registrar 130 fallecidos en las últimas 48 horas (dos de ellos, cadáveres recogidos entre los escombros que pudieron haber perdido la vida antes) y 263 heridos. “La cifra de muertos por la agresión israelí ha subido a 49.747 muertos y 113.213 heridos desde el 7 de octubre de 2023”, informó el ministerio.
En el barrio de Tuffah de la ciudad de Gaza, en el norte del territorio, los equipos de rescate recuperaron nueve cadáveres entre los escombros de una vivienda, entre ellos cinco menores de edad y una mujer, que según la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, que murieron en un bombardeo nocturno de la aviación israelí. Wafa los identifica como la familia Al Masharawi. Sus cuerpos fueron llevados al Hospital Bautista Al Ahli de la capital gazatí. Este mismo barrio sufrió otro ataque a media tarde del viernes que se cobró la vida de al menos seis menores de edad, según este mismo medio.
Las tropas israelíes mantienen además una operación terrestre en la ciudad norteña de Beit Lahia, víctima también de ataques aéreos, y han ocupado parte del corredor de Netzarim, la divisoria artificial que, antes de comenzar el alto el fuego, utilizaron para separar el norte del sur de Gaza.
En la madrugada del martes, Israel rompió el alto el fuego con una oleada de bombardeos sobre Gaza que, al amanecer, había causado cientos de fallecidos. Desde entonces, el Ejército ha retomado su ofensiva en el enclave nombrando a la nueva operación “Fuerza y espada” frente a “Espadas de hierro”, como denominó a la ofensiva previa al alto el fuego.