La policía turca detuvo la madrugada de ayer a más de 300 personas en varias redadas, algunas en residencias universitarias, pocas horas después de las protestas multitudinarias que tuvieron lugar la noche del viernes en una decena de ciudades contra la detención del alcalde de Estambul y prominente líder de la oposición, Ekrem Imamoglu.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, cifró en 343 el número de detenidos en un comunicado publicado en su cuenta de X. “Los que buscan el caos y la provocación no serán tolerados”, advirtió.
Imamoglu, bestia negra de Erdogan, declara ante el fiscal, que le acusa de terrorismo y corrupción
Tras la detención el miércoles de Imamoglu, bajo cargos de corrupción y terrorismo, las autoridades habían prohibido las manifestaciones hasta el domingo. Sin embargo, millones de personas salieron el viernes a las calles en las principales ciudades del país respondiendo al llamamiento del mayor partido de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), cuyo líder, Özgür Özel, calificó de golpe de Estado el arresto.
Özel aseguró que un total de 300.000 personas se manifestaron el viernes en Estambul. Se registraron varios enfrentamientos entre manifestantes y la policía, que lanzó gas lacrimógeno en Estambul y cañones de agua en Esmirna y Ankara.
Imamoglu, de 53 años, es el principal rival del presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, y le aventaja en algunos sondeos.
El alcalde fue llevado ayer al Palacio de Justicia de Estambul para declarar ante el fiscal junto a sus 89 coacusados, en medio de un fuerte despliegue de las fuerzas del orden que no evitó que cientos de personas se congregaran ante el tribunal en su apoyo.
Frente a las barricadas policiales se produjeron forcejeos entre agentes y numerosos abogados, parte del equipo de defensa de los detenidos, ya que las autoridades limitaron el número de togados.
La Gobernación de Estambul extendió la prohibición de reuniones, manifestaciones y protestas en toda la ciudad, inicialmente vigente hasta el domingo, hasta la medianoche del día 26. Además, anunció que se “restringirá” la entrada y salida de vehículos de otras ciudades si se sospecha que sus ocupantes tienen intención de participar en las protestas.
En un mensaje publicado en X por sus abogados, Imamoglu agradeció el apoyo a los manifestantes. “Vosotros defendéis nuestra República, la democracia, el futuro de una Turquía justa y la voluntad de nuestra nación”, escribió.
Por otro lado, el expresidente Abdullah Gül, que en el 2001 fundó el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) junto a Erdogan pero acabó abandonando la formación, criticó el arresto de Imamoglu. “Es triste que este proceso, que ha tenido una amplia repercusión tanto en Turquía como en la prensa extranjera, haya llegado a este punto”, dijo en una entrevista con el diario Karar.
El exjefe de Estado recordó la presión judicial que sufrió el AKP en sus inicios y la condena de cuatro meses impuesta a Erdogan en 1999 por leer un poema de tintes islamistas. “Lo que se hizo con el presidente Tayyip Erdogan y conmigo en el pasado no debería hacerse con Ekrem Imamoglu. Si se pierde la ley y la justicia, Turquía perderá”, declaró Gül.
