El juicio a Daniela Klette, exmiembro del grupo terrorista de extrema izquierda alemán Fracción del Ejército Rojo (RAF), comenzó el martes en Celle, en el norte del país, entre fuertes medidas de seguridad. Klette, de 66 años, detenida en febrero del año pasado en Berlín tras más de 30 años en busca y captura, afronta cargos por robos e intento de asesinato cuando vivía en la clandestinidad junto a otros dos miembros de la banda, Burkhard Garweg y Ernst-Volker Staub. La policía todavía busca a estos dos hombres.
Daniela Klette se sienta en el banquillo por los robos del trío a transportes de dinero y supermercados entre 1999 y el 2016, por valor de 2,7 millones de euros. La Fiscalía cree que los robos no tuvieron motivación política, sino que el trío se pasó a la delincuencia común para sufragar su vida clandestina cuando la RAF se autodisolvió en 1998.
Aunque el responsable del proceso es el tribunal de Verden, en el land de Baja Sajonia, por el momento Klette se sentará en el banquillo en el edificio de la Audiencia Territorial de Celle, que dispone de instalaciones de alta seguridad. Están previstas 56 sesiones en las que declararán una docena de testigos.
Klette, Garweg y Staub forman parte de la llamada tercera generación de la RAF, la organización terrorista marxista que cometió asesinatos en Alemania entre 1971 y 1991, también conocida como banda Baader-Meinhof por los apellidos de sus dos integrantes más conocidos, Andreas Baader y Ulrike Meinhof, que se suicidaron en prisión. El grupo dejó 34 víctimas mortales.
La tercera generación de la RAF está acusada, entre otros delitos, de los asesinatos en 1989 de Alfred Herrhausen, presidente del Deutsche Bank, y en 1991 de Detlev Karsten Rohwedder, presidente del Treuhand, entidad creada tras la reunificación de Alemania para privatizar empresas de la antigua RDA. Debido a la ley del silencio que todos los miembros de la RAF han acatado, existen aún muchas dudas sobre la autoría material de cada uno de estos asesinatos.

