Miles de personas se manifestaron ayer en el centro de Budapest, capital de Hungría, contra una nueva ley que prohíbe la marcha del Orgullo LGTBI+ y que permite el uso de tecnología de reconocimiento facial para identificar a los organizadores y los asistentes.
El Parlamento húngaro, a propuesta del partido Fidesz, del primer ministro ultranacionalista Viktor Orbán, aprobó la semana pasada, con apoyo de los diputados de la extrema derecha, una enmienda a la ley de reunión que prohíbe en la práctica la celebración del desfile anual del Orgullo LGTBI+, con el argumento de proteger a los menores de edad.
La nueva norma prevé el uso de tecnología de reconocimiento facial para identificar a los asistentes
La protesta, que reunió a unos 5.000 manifestantes, según los organizadores, fue convocada por el diputado opositor Ákos Hadházy y respaldada por el partido liberal Momentum, bajo el lema ‘¡Hay que actuar ahora!’.
Para Hadházy, “la nefasta ley aprobada no solo se dirige a prohibir la marcha del Orgullo, sino también a permitir la represión de cualquiera protesta futura. También crea las bases de una vigilancia total al estilo chino, con sistemas de reconocimiento facial”.
El eurodiputado alemán de Los Verdes Daniel Freund, un gran crítico del ultranacionalista Orbán, participó en la protesta y aseguró que las democracias en el mundo “están bajo ataque” y se refirió al primer ministro como “un líder autoritario”.
“Orbán –añadió– ha atacado todas las libertades en los últimos 15 años. Pero hoy aquí demostraremos que defenderemos nuestras libertades”.
La reforma legal, que fue aprobada con 136 votos a favor y 27 en contra (36 diputados no votaron), señala que se prohíben “las reuniones que promuevan o exhiban el cambio de sexo de nacimiento o la homosexualidad” y prevé multas para los participantes.
Según el partido Fidesz, que lleva desde 2010 revalidando una mayoría absoluta de dos tercios, la enmienda quiere aplicar la llamada ‘ley de defensa de los menores’ con el objetivo de respetar el derecho de los niños “a un desarrollo físico, mental y moral adecuado”.
Los participantes en la protesta ondearon banderas arco iris, de la Unión Europea y de los partidos de la oposición, gritando “¡Fuera Orbán!” y “Abajo el Fidesz”, entre otros.
El Gobierno de Orbán lleva años reduciendo progresivamente los derechos de la comunidad LGTBI+. En el año 2011 modificó la Constitución y fijó que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer. Posteriormente prohibió que la parejas del mismo sexo puedan adoptar a niños.