Prohibido dormirse en los laureles en Zambia. La semana pasada, nada hacía presagiar la tormenta que estaba a punto de desencadenarse en la sede de la Presidencia en la capital zambiana, Lusaka, cuando el presidente del país, Hakainde Hichilema, se situó ante el micrófono, vestido de traje oscuro y corbata roja, para dirigir el acto oficial de la investidura de un nuevo ministro. Tras veinte minutos de discurso pausado, Hichilema entró en erupción: regañó públicamente a algunos de sus ministros por dormirse durante las reuniones del Gobierno y les acusó de excederse por las noches.
Con el rostro serio, mirando fijamente a los miembros de su gabinete, les lanzó una reprimenda palabra de honor. “He aconsejado, y el vicepresidente lo sabe –dijo–, que debemos tener autocontrol en los cargos públicos. No excedernos, no trasnochar. En las reuniones de gabinete, algunos ya están durmiendo a las diez de la mañana, ¿dónde estaban (la noche anterior) si se dormían tan temprano?”, espetó el mandatario, que no dio nombres de los ministros durmientes.
Cuando trabajas en un cargo público debes tener autocontrol, no excederte. Si alguien es capaz de dormirse en una reunión a las diez de la mañana para mí es un delito, un delito grave (…) Vamos hombre, ¿qué pasa aquí? ¡Un poco de autocontrol!
Fue solo el inicio de una bronca de más de un minuto y medio. “Les he aconsejado que se autocensuren, que tengan autocontrol. Cuando trabajas en un cargo público debes tener autocontrol, no excederte. Si alguien es capaz de dormirse en una reunión a las diez de la mañana para mí es un delito, un delito grave (…) Vamos hombre, ¿qué pasa aquí? ¡Un poco de autocontrol! El mensaje es que no te interesa la deliberación del gabinete. Entonces, ¿por qué estás sentado ahí?”, bramó.
Aunque el líder zambiano no explicó a qué se refería exactamente cuando pidió a sus subordinados que no se excedieran, los medios locales lo interpretaron como una referencia al consumo excesivo de alcohol y un exagerado afán por las fiestas nocturnas de algunos de los ministros.
Durante su reprimenda, Hichilema deslizó que el comportamiento irresponsable de algunos ministros aumenta el riesgo de revelación de secretos de estado
Durante su reprimenda pública, Hichilema insistió precisamente en esa cuestión –“incluso la Biblia dice que, si te excedes, te destruyes”, dijo– y deslizó que el comportamiento irresponsable de algunos ministros aumenta el riesgo de revelación de secretos de estado y del retraso de la prestación de servicios públicos. En un enfado in crescendo , el mandatario zambiano ahorró en sutilezas “(Algunos ministros) han desarrollado una suerte de don para revelar información de estado confidencial especialmente durante las happy hours ”, en referencia a la hora en que los pubs nocturnos ofrecen bebidas alcohólicas a mejor precio a sus clientes.
Tras su rapapolvo contra el sesteo ministerial y ante el impacto que sus palabras estaban provocando entre los políticos, oficiales y periodistas presentes en la sala, Hichilema justificó su toque de atención público a su equipo con unas palabras a medio camino entre el hartazgo y la indignación. “He decidido decir esto en público porque les he dicho esto a mis colegas una y otra vez”, terminó.
Harto de desmanes minsteriales
“He decidido decir esto en público porque les he dicho esto a mis colegas una y otra vez”, explicó el mandatario
No es la primera vez que Hichilema, de 62 años, hace gala de su firmeza. Tras llegar al poder en el año 2021 y derrotar al entonces presidente, Edgar Lungu, con la promesa de reavivar la economía de Zambia, el actual jefe de Estado despidió a varios altos funcionarios, incluidos algunos ministros, a los que acusó de bajo rendimiento al frente de sus carteras.
El nerviosismo de Hichilema con sus ministros probablemente también tiene que ver con la cercanía de unas próximas elecciones inciertas.
Nervios ante los próximos comicios
En 2025, Zambia celebra elecciones presidenciales y Hichilema buscará su segundo mandato ante la alargada sombra de su predecesor
El año que viene, Zambia, segundo mayor productor de cobre de África, celebra elecciones presidenciales y Hichilema buscará su segundo mandato ante la alargada sombra de su predecesor, todavía popular entre una parte importante de la población. Aunque el Tribunal Constitucional dictaminó en diciembre que Lungu no puede presentarse a un nuevo mandato en futuras elecciones, los movimientos de la oposición para armar una alternativa fuerte que plante cara al actual gobierno auguran una carrera electoral ajustada.
Una batalla electoral que necesitará que Hichilema y su equipo estén bien despiertos.
