La situación económica de los medios de comunicación representa un obstáculo para la libertad de prensa y se ha convertido en una de las principales amenazas. Así lo afirma la organización Reporteros Sin Fronteras en su informe anual de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa del 2025. En el informe se alerta del declive de la libertad de prensa: solo 1 de cada 4 países ofrece condiciones “satisfactorias” y, por primera vez en la historia del ranking y como consecuencia de la situación económica, la libertad de prensa a escala mundial se encuentra en una situación “difícil”. Por otra parte en el ranking de los países en los que hay más libertad de prensa, 18 de los 20 primeros son europeos.
Aunque la presión económica a la prensa sea una cuestión que tiende a pasar desapercibida, alertan que no debe subestimarse. Entre los cinco indicadores contemplados en el informe de RSF, el indicador económico es el que recoge valores más bajos y ha alcanzado un nivel crítico sin precedentes.
Aunque se muestre un deterioro mundial en la situación periodística mundial, España ha escalado siete posiciones y se encuentra en vigésimo tercera posición en la clasificación general. Según esta organización, ha registrado una mejora en el indicador sociocultural, en el político y en el de seguridad.
Solo 1 de cada 4 países ofrece condiciones “satisfactorias”
La libertad de prensa ha sufrido un retroceso alarmante en muchas regiones del mundo. La organización establece que “los medios se encuentran actualmente atrapados entre la garantía de su independencia y su supervivencia financiera”. Entre los factores que se analizan en el indicador económico se encuentran aspectos como la concentración de la propiedad, la presión que ejercen los anunciantes de publicidad, la influencia de los accionistas o la asignación de ayudas públicas, entre otros. También contemplan indicadores sociales, políticos, legislativos y de seguridad.
La directora editorial de RSF, Anne Bocandé, ha comunicado que “garantizar un espacio mediático plural, libre e independiente requiere condiciones económicas estables y transparentes. Sin independencia financiera, no hay prensa libre. Cuando los medios de comunicación son económicamente frágiles, se ven arrastrados a la carrera por la audiencia, a costa de la calidad, y pueden convertirse en presa de los oligarcas o de responsables políticos que los instrumentalizan”.
Anne Bocandé, directora editorial de RSF, “sin independencia financiera, no hay prensa libre”
Según los datos que recoge el informe, en 160 países de los 180 analizados, los medios de comunicación no alcanzan la estabilidad financiera. El cierre de medios por dificultades económicas ocurre en casi un tercio de los países del mundo, y entre ellos destacan Estados Unidos y Argentina.
El regreso de Donald Trump ha provocado un descenso de la posición que ocupa el país norteamericano en la clasificación. En los últimos dos años el indicador económico en ese país ha perdido más de 14 puntos y el indicador social ha caído 28 posiciones. Los datos alertan que la región se está convirtiendo en un entorno más hostil para el libre ejercicio de la profesión. Esta situación ha afectado sobre todo al periodismo local que “paga un alto precio por la recesión económica”. El presidente de EE. UU. ha aplicado medidas económicas para someter a la prensa, como el cese de la financiación a medios por parte de la Agencia de Estados Unidos para los Medios de Comunicación Globales.
Además, la creciente influencia de las grandes plataformas tecnológicas y la concentración de los medios han influido en la caída del indicador económico. Las plataformas como Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft, que no tienen una regulación estricta, concentran el dominio de la distribución de la información, y también acaparan gran parte de los ingresos publicitarios que antes se canalizaban hacia los medios. La inversión publicitaria en redes sociales ha aumentado un 14% en comparación con los datos del 2023. La organización RSF añade que la hegemonía de las plataformas tecnológicas no solamente afecta el modelo económico de los medios, sino que también “contribuye a la proliferación de contenidos manipulados o engañosos, intensificando los fenómenos de desinformación”.
La influencia de las grandes plataformas tecnológicas ha influido en la caída del indicador económico
A la pérdida de ingresos publicitarios se suma la concentración de propiedad de los medios de comunicación. Según indica la organización, la concentración de propiedad impacta directamente en “el pluralismo de los medios, limita la diversidad editorial, aumenta el riesgo de autocensura y plantea serias dudas sobre la independencia real de las redacciones frente a los intereses económicos o políticos de sus accionistas”.
Si se analiza la clasificación según regiones, se divisa una brecha notable entre Europa y el resto de zonas del mundo. Más de la mitad de la población mundial, repartida en 42 países, se encuentra en regiones con una situación considerada “muy grave”, dónde la libertad de prensa es “inexistente” y el ejercicio de la profesión periodística supone un peligro.
Se divisa una brecha notable entre Europa y el resto de zonas del mundo
Europa encabeza la posición por regiones, y en ella la Unión Europea y los Balcanes han obtenido la puntuación más alta del mundo. Sin embargo, las áreas de Europa del Este y Asia Central han registrado “la mayor caída en la puntuación global”. Noruega mantiene la primera posición por noveno año consecutivo y se convierte en el único país en registrar la condición de “situación buena” en los cinco indicadores analizados en el informe.
Por otra parte, Oriente Medio y el Norte de África aparecen en el informe como “la zona más peligrosa del mundo para la prensa”. Destaca la masacre de más de 200 periodistas en Gaza por parte de las fuerzas israelíes y la represión a la prensa a manos de regímenes autoritarios y una situación económica crítica. Israel ha caído 11 puestos y se encuentra en la posición 112.
En el territorio del Asia-Pacífico también se evidencia un creciente control de los medios de comunicación por parte de estados autoritarios, como en China, que ocupa la posición 178, justo por delante de Corea del Norte. Además, el gran país asiático se mantiene como “la mayor cárcel de periodistas del mundo”, según afirma el informe. Finalmente, en América 22 de 28 países han registrado un descenso en la categoría económica y en África subsahariana la libertad de información también ha sufrido un retroceso importante.