¿Qué tipo de presencia del Espíritu Santo se da en el cónclave?

Relevo en el Vaticano

¿Qué tipo de presencia del Espíritu Santo se da en el cónclave?
Teólogo y rector de Santa Maria del Mar

Como es sabido en el inicio del Cónclave para la elección de un nuevo Papa, como Obispo de Roma y sucesor de Pedro, los cardenales invocan de forma particular el Espíritu Santo –con el canto latino, Veni creator Spiritus-. Por esto podemos preguntarnos, ¿qué tipo de presencia tiene el Espíritu Santo en el Cónclave? Sabemos que la fe católica profesa una asistencia particular del Espíritu Santo para con toda la Iglesia, aunque el concilio Vaticano II ya recordó en un texto lúcido, pero quizá poco conocido, que “la Iglesia es una realidad compleja, hecha de un doble elemento, humano y divino”; de ahí que “la Iglesia es santa, pero a su vez tiene necesidad de purificación” (LG 8). Visto todo esto podemos preguntar: ¿cómo está presente el Espíritu Santo en la Iglesia?

En primer lugar, el Espíritu Santo está presente de forma directa y propia en la celebración de los sacramentos y en las solemnes proclamaciones de una verdad de fe como magisterio proclamado por los Concilios y el mismo Papa. En este caso, el Espíritu Santo asiste como causa principal en estos actos centrales de la Iglesia asegurando así su eficacia y verdad. A su vez, los ministros que realizan estos actos actúan como mediadores e instrumentos, ya que la eficacia de estos actos no depende de ellos, sino directamente del Espíritu Santo.

VATICAN CITY (Vatican City State (Holy See)), 07/05/2025.- A screen grab taken from a video released by the Vatican Media shows the cardinal electors entering the Sistine Chapel, where the conclave for the election of the new pope will begin, in the Vatican, 07 May 2025. (Papa, Cardenal) EFE/EPA/VATICAN MEDIA HANDOUT BEST QUALITY AVAILABLEHANDOUT EDITORIAL USE

Imagen de video de la entrada de los cardenales a la Capilla Sixtina para iniciar el cónclave 

VATICAN CITY (Vatican City State (Holy See)

Ahora bien y en segundo lugar, el Espíritu Santo está presente también en la vida de la Iglesia más en general, y en nuestro caso en el Cónclave, teniendo en cuenta que los cardenales electores no son instrumentos directos del Espíritu Santo, sino que realizan su misión como causas humanas mediadoras y segundas, y, por tanto, con directa responsabilidad y libertad sobre sus actos, aunque estén iluminados siempre por el mismo Espíritu.

Ahora bien, ¿cómo es esta iluminación particular del Espíritu Santo? Por un lado, el Espíritu comunica su don a los cardenales electores para que ayude a purificar sus posibles limitaciones humanas presentes en su elección del nuevo candidato a Papa. (Una visión puramente política, sectaria, no religiosa..). Y por otro lado, y de forma aún más decisiva, el don del Espíritu tiene una función de fortalecer los valores cristianos y humanos que se deben ejercer en su elección (discernimiento justo; dotes de gobierno; generosidad; humildad; valor pastoral; testimonio apostólico; bien de la Iglesia y del mundo…). Y es aquí donde se sitúa el lugar de la necesaria y constante oración por los cardenales electores para que se abran lo más posible al don del Espíritu del Señor, que purifica y fortalece, y de esta forma asiste e ilumina a cada uno de ellos en el Cónclave.

No es extraño que un teólogo moderado, y a su vez tan relevante como H.U. Von Balthasar, recordara esta doble cuestión no siempre fácil de discernir como es que, por una parte, afirma que “en la Iglesia y en la realización de los sacramentos o la solemne proclamación de una verdad de fe, no hay más que santidad”. Y, por otra parte, subraya que “en los demás sitios, en todos los lugares en que el hombre actúa como hombre, en todo lo que hacen los cristianos, incluso los mejores, en todo lo que hacen los dirigentes de la Iglesia, se darán a conocer de manera inevitable y frecuente la debilidad la huella del pecado humano”. Y es aquí donde la larga historia de los Cónclaves nos podría mostrar algunas de estas debilidades. De ahí pues, que tengamos un motivo más para orar con constancia en este momento, para que la asistencia del Espíritu Santo en el Cónclave invada el corazón de los cardenales electores, para que así puedan ejercer mejor su libertad de forma recta y responsable para discernir el mayor bien de la Iglesia en la elección del nuevo Obispo de Roma y sucesor de Pedro. Que así sea!

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