Bill Gates acusa a Elon Musk de “matar a los niños más pobres del mundo” con el cierre de Usaid

Estados Unidos

El fundador de Microsoft eleva el tono contra la Administración Trump en una entrevista con Financial Times

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Bill Gates, en una imagen de archivo. 

BAY ISMOYO / AFP

El multimillonario y filántropo Bill Gates, cofundador de Microsoft, ha elevado por primera vez desde enero el tono de sus críticas contra la Administración de Donald Trump. En una entrevista publicada hoy por Financial Times, alza la voz contra algunas decisiones del presidente, como la elección del antivacunas Robert Kennedy a cargo de la salud estadounidense, pero dirige sus críticas más severas hacia Elon Musk y sus recortes masivos mediante su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).

“La imagen del hombre más rico del mundo matando a los niños más pobres del mundo no es bonita”, afirma Gates, que hasta ahora había sido más comedido en sus apariciones públicas, aunque más crítico que sus compañeros en Silicon Valley, que, a diferencia de él, sí acudieron a la investidura de Trump el 20 de enero en el Capitolio.

Bill Gates, cofundador de Microsoft

“La imagen del hombre más rico del mundo matando a los niños más pobres del mundo no es bonita”

El empresario, que en el año 2000 lanzó su organización filantrópica Fundación Gates, denuncia que los recortes en la ayuda exterior para el desarrollo y el cierre de la agencia Usaid ordenado por Musk están privando a los más necesitados del mundo de alimentos y medicinas que salvan vidas, y alerta de que estas acciones podrían provocar el resurgimiento de enfermedades como el sarampión, el VIH y la polio.

Gates asegura en la entrevista que Musk probablemente ha actuado con ignorancia, citando ejemplos como la cancelación de subvenciones a un hospital de la provincia de Gaza (Mozambique) dedicado a erradicar la transmisión de VIH. Musk publicitó en sus redes sociales y justificó el fin de estos fondos diciendo que Estados Unidos había estado suministrando preservativos a Hamás en la Franja de Gaza, otra de sus recurrentes mentiras con las que ha ejemplificado la existencia de un “fraude masivo” en la Administración. “Me encantaría que fuera (a Mozambique) y conociera a los niños que ahora están infectados por el VIH porque él recortó ese dinero”, señala Gates.

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No es la primera vez que Gates y Musk se enfrentan públicamente por la filantropía. En el 2010, el fundador de Microsoft lanzó una campaña (The Giving Pledge) junto al inversor Warren Buffett en la que invitaba a “las personas y familias más adineradas de América” a comprometerse para “donar la mayor parte de su fortuna con fines filantrópicos”. Musk, consejero delegado de Tesla y SpaceX, firmó en el 2012 esa iniciativa, pero después dio marcha atrás y criticó a Gates, asegurando que la filantropía era “una mierda” y que las soluciones comerciales a problemas como el cambio climático eran más eficaces. Desde entonces, ambos se han lanzado puntualmente reproches a través de las redes sociales y entrevistas con medios de comunicación.

Gates, que en su día fue el hombre más rico del mundo y ahora ocupa el decimocuarto lugar en la lista Forbes, representa un perfil de milmillonario opuesto a Musk, que en la actualidad tiene la mayor fortuna del planeta. Recientemente, ha anunciado un plan para acelerar sus donaciones filantrópicas en los próximos 20 años, con la intención de cerrar la Fundación Gates en 2045, antes de lo previsto inicialmente.

Concretamente, tiene previsto destinar más de 200.000 millones de dólares a la salud, el desarrollo y la educación en el mundo, que se sumarán a los 100.000 millones que ya ha invertido en los últimos 25 años. A sus 69 años, asegura que tiene la intención de legar menos del 1% de la fortuna a sus hijos. En una carta explicando su decisión de acelerar las donaciones y cerrar antes su fundación, declaró: “La gente dirá muchas cosas de mí cuando muera, pero estoy seguro de que 'murió rico' no será una de ellas. Hay demasiados problemas urgentes que resolver”.

Bill Gates, fundador de Microsoft

“La gente dirá muchas cosas de mí cuando muera, pero estoy seguro de que 'murió rico' no será una de ellas“”

El multimillonario ha recibido críticas por utilizar el carácter benéfico de su fundación como un escudo fiscal y de usar su dinero para influir en las prioridades sanitarias del mundo, entre otras, las vacunas y la salud materno-filial. Su fundación se enfrenta ahora a la amenaza de la Administración Trump, que podría eliminar próximamente su exención de impuestos mediante una orden ejecutiva, como ya ha dicho que hará en el campo de la educación superior con Harvard.

En la entrevista con el Financial Times, Gates reconoce que su inversión privada, por muy elevada que sea, no puede compensar el vacío que han dejado los recortes de Usaid en el mundo, cuyo presupuesto fue el año pasado de 44.000 millones de dólares. El multimillonario hace un alegato en favor de la ayuda exterior estadounidense, así como de la existencia de una “fiscalidad mucho más progresiva” y de un fuerte impuesto de sucesiones con el objetivo de evitar la “riqueza dinástica”.

Es todo lo contrario de lo que están buscando los republicanos en el Congreso, que están ultimando la ley presupuestaria con la que ampliarán las rebajas de impuestos a los ricos iniciadas durante el primer mandato de Trump, así como los recortes de programas sociales y seguros de salud como el Medicare y el Medicaid, para personas mayores y con bajos ingresos.

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Gates también critica el nombramiento de Kennedy como secretario de Salud, pues en el pasado “ha atacado las vacunas, y específicamente mi papel, con un montón de falsedades”. El excandidato demócrata, que se alió con Trump al final de la campaña y obtuvo a cambio un cargo en el Gobierno, ya ha comenzado a llevar a la Casa Blanca sus teorías de la conspiración y anticientíficas, como su vinculación de las vacunas con el autismo infantil.

Por ejemplo, ayer lanzó una nueva base de datos con la que investigará las “causas profundas” del autismo, con el objetivo de descubrir que no es una condición genética, algo en lo que existe un gran consenso científico. En su opinión, el aumento de casos de autismo se debe a “toxina ambiental” que ha provocado una “epidemia”, aunque en realidad el aumento de casos se debe a que cada vez hay más diagnósticos.

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