En una ceremonia envuelta de misterio, el nombre que elige un nuevo Papa cuando se anuncia al mundo es uno de sus puntos álgidos. Cuando el cardenal Prevost anunció que tomaría el nombre de León XIV todo remitió a su predecesor nominal, León XIII, el papa de la doctrina social de la Iglesia por la encíclica Rerum Novarum y de la introducción del catolicismo romano en EE.UU., cosa no menor dado la nacionalidad de León XIV (estadounidense, aunque también detenta la peruana).
Pero hay un hilo que une a León XIV con su predecesor en el trono de San Pedro, Francisco. Y es también el nombre. Prevost, alineado con el pensamiento doctrinal de Bergoglio, al que mencionó en su primr parlamento, también ha tomado el nombre de Fray León de Asís, que fue discípulo y compañero —quizá el más conocido— de San Francisco de Asís, de quien tomó el nombre Francisco.
Fue el fallecido cardenal Hummels quien inspiró a Bergoglio para que tomará el nombre de Francisco. Él mismo explicó que, cuando el cónclave llegó a la mayoría de dos tercios en 2013, Hummes le abrazó y le dijo: “¡No te olvides de los pobres!”. “Entonces, inmediatamente, en relación con los pobres, pensé en San Francisco de Asís”, explicó el fallecido papa Francisco.
La figura de Fray León (1195-1271) ha pasado a la historia de la Iglesia y del pensamiento en base a una obra de San Francisco de Asís, Diálogo de la perfecta alegría, en el que él y su discípulo conversan. Pero no es el único.
En uno de los capítulos de Vida del hermano León, Fray León, que siempre es descrito como un fiel u puro seguidor de San Francisco, desobedece al santo cuando este le pida que responda a sus advocaciones de forma impenitente. Cuando San Francisco le pregunta por qué le desobedece y responde lo que él no le ha pedido, contesta: “”Dios lo sabe, amadísimo padre: yo me he propuesto cada vez responderte como tú me lo habías mandado; pero Dios me ha hecho hablar según Él lo ha querido, y no como me había comprometido yo”.
En otro orden, el escritor Nikos Kazantzakis, autor de las novelas Zorba el griego o La última tentación de Cristo, también reproduce, esta vez de forma ficcionada, la relación entre Francisco y León de Asís en El pobrecillo de Dios. Pobrecillo u Ovejilla son dos términos con los que en los escritos inmediatamente posteriores a la vida de San Francisco se refieren a Fray León.



