Los polacos acuden hoy a votar en una reñida segunda vuelta de las elecciones presidenciales para decidir entre Rafal Trzaskowski, alcalde centrista de Varsovia respaldado por Coalición Cívica (KO), el principal grupo del Gobierno, y Karol Nawrocki, historiador apoyado por la oposición ultranacionalista del partido Ley y Justicia (PiS). Las encuestas vaticinan un resultado muy ajustado, que no se confirmará hasta mañana, y que en cualquier caso apunta a profundos cambios en la política nacional, entre ellos, el avance de la extrema derecha.
El último promedio de encuestas pronostica una parca victoria de Trzaskowski con el 50,6% de los votos frente al 49,4% que obtendría Nawrocki. Sin embargo, esta ligera ventaja del candidato apoyado por su correligionario, el primer ministro Donald Tusk, podría no materializarse si el grueso de los electores que votaron a formaciones de extrema derecha en la primera vuelta del pasado 18 de mayo se inclina ahora por el ultranacionalista Nawrocki. En la primera vuelta se registró una participación récord del 67,31%, y las expectativas para esta segunda ronda son aún más altas. Están llamados a las urnas casi 30 millones de electores.
El actual presidente, Duda, originario del PiS, ha obstaculizado leyes y reformas del primer ministro Tusk
Una victoria de Rafal Trzaskowski, de 53 años, proporcionaría impulso y respiro al Gobierno de coalición del liberal Donald Tusk, que se encuentra en punto muerto político debido a la obstrucción del actual presidente, Andrzej Duda, originario del PiS. Una victoria del derechista Karol Nawrocki, de 42 años, admirador del presidente estadounidense, Donald Trump, fortalecería a Ley y Justicia en su objetivo de reconquistar el poder en las próximas elecciones generales.
Ambos aspirantes llegan al duelo de hoy tras una primera vuelta en la que había trece candidatos y en la que Trzaskowski se impuso por un leve margen del 31,36% frente al 29,54% de Nawrocki. Pero el mapa de resultados de la primera ronda revela una historia más profunda que el duopolio entre europeístas liberales y de centroizquierda frente al ultraconservadurismo antibruselense del PiS, que ha dominado la política polaca en los últimos 25 años.
Karol Nawrocki, el candidato respaldado por Justicia y Libertad, este viernes en Lapy
Trzaskowski, alcalde de Varsovia, aspira a vencer en la segunda vuelta y potenciar así la agenda del Gobierno
Slawomir Mentzen, candidato del partido ultra Confederación, cosechó el 14,5%, y Grzegorz Braun, nacionalista extremista prorruso, obtuvo el 6,3%. Sumados sus porcentajes a los de Nawrocki, las derechas superaron el 50%. En contraste, el apoyo combinado a Trzaskowski, a los izquierdistas Adrian Zandberg (4,8%) y Magdalena Biejat (4,1%) y al democristiano Szymon Holownia (5%) sumó poco más del 45%.
“Si se analizan en detalle los resultados de la primera vuelta, se ve que el duopolio se está rompiendo. Tanto Nawrocki como Trzaskowski obtuvieron cada uno alrededor del 30% de los votos, lo que significa que una parte considerable del electorado eligió a otros candidatos”, señala la socióloga y economista polaca Maria Skóra, en un encuentro del laboratorio de ideas Democracy Reporting International (DRI). “Y, en este sentido, la nueva figura que rompe el duopolio es el surgimiento de una nueva extrema derecha”. Son esos votantes de extrema derecha que se han quedado sin candidato quienes podrían ahora dar la victoria al ultranacionalista Nawrocki.
Nawrocki se vio con Trump en Washington y asegura que el presidente de EE.UU. le dijo: “Vas a ganar”
En Polonia, el presidente desempeña un papel protocolario, pero está dotado de cierto poder de veto que puede resultar crucial. De ese poder se ha valido el presidente saliente, Duda, para impedir que Donald Tusk, primer ministro desde diciembre del 2023, cumpla muchas de sus promesas electorales, como la reforma judicial, la liberalización de la ley del aborto y la introducción de las uniones civiles para parejas del mismo sexo.
Rafal Trzaskowski se presenta como un político proeuropeo y reformista, que enfatiza los derechos de las mujeres y las personas LGTBI, el acceso a los servicios públicos y la liberalización del aborto. “Seré un presidente que une, dispuesto a hablar con todos”, prometió Trzaskowski. En las presidenciales del 2020, Trzaskowski ya fue candidato y perdió por estrecho margen ante el entonces ya presidente Duda.
Karol Nawrocki, historiador recién llegado a la política, ha hecho campaña con el lema “Polonia primero, los polacos primero ” y con la tensión perenne con Bruselas. Admirador de Trump, se reunió con él en la Casa Blanca poco antes de la primera vuelta y asegura que el presidente de Estados Unidos le dijo: “Vas a ganar”. Si bien promete mantener el respaldo polaco a Ucrania en su guerra contra el invasor ruso, rechaza el ingreso de ese país en la OTAN y critica la ayuda que se presta a los refugiados ucranianos en Polonia. Nawrocki, que fue boxeador en su juventud, ha protagonizado escándalos, como cuando en campaña se desveló que había comprado una vivienda a un anciano en condiciones dudosas.
