“El bloqueo de esta resolución humanitaria por un veto es el espejo de la agonía del multilateralismo”, sostuvo Amar Bendjama, representante de Argelia en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Este diplomático norteafricano tomó la palabra justo después de que el brazo ejecutivo de la ONU fracasara en el intento de aprobar una resolución a favor de un inmediato e incondicional alto el fuego en Gaza, la liberación de los secuestrados por Hamas y el levantamiento de las restricciones para la entrada de ayuda humanitaria. Fracasó a pesar de la casi unanimidad. La votación fue de 14 votos a favor y solo uno en contra. Pero ese fue el voto de Estados Unidos, que goza del derecho a veto, por ser uno de los cinco miembros permanentes del Consejo.
El veto es el gran problema que arrastra la ONU desde su nacimiento. En el tablero de geoestrategia mundial, un país puede permitirse dejar sin sentido esta organización. Envía un mensaje, que “los palestinos pueden seguir siendo bombardeados”, sostuvo el enviado de Pakistán, Asim Iftikhar Ahmad. “Ya no es una crisis humanitaria, es el colapso de la humanidad, es un fracaso moral”, subrayó.
Washington se quedó solo en la defensa de Israel. Justificó su voto en contra del parecer global porque no se condena a Hamas como el grupo terrorista que provocó el origen de esta guerra con su atentado en territorio de Israel el 7 de octubre del 2023.
“Esta propuesta de resolución es inaceptable por lo que dice, por lo que no dice y por la forma en que se expresa”, afirmó Dorothy Shea, embajadora interina de EE.UU. En Naciones Unidas. El proyecto fue presentado por diez países del Consejo de Seguridad.
“Estados Unidos ha dejado bien claro que no apoyará ninguna medida que no condene Hamas y no reclame el desarme de Hamas y deje Gaza”, subrayó. “Esta resolución solo socavaría los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un alto el fuego que refleje la realidad sobre el terreno y envalentonaría a Hamas”, añadió.
Esta se convirtió en la quinta ocasión en que EE.UU. Veta una resolución desde octubre del 2023. En noviembre, bajo el gobierno de Joe Biden, ejerció una medida similar porque la petición de alto el fuego no se vinculaba directamente a la liberación de los secuestrados. Trump ha intentado acelerar los esfuerzos por lograr la paz tras 20 meses de conflicto, pero Hamas calificó de totalmente inaceptable la última propuesta.
Los 14 países describieron como catastrófica la situación humanitaria en Gaza y solicitaron que Israel levante las restricciones para distribuir ayuda a los 2,1 millones e palestinos en ese territorio.
Este nuevo fracaso en la ONU se produjo después de la decisión de Israel de poner en pausa la distribución de alimentos, mediante una fundación en la que cooperan Israel y EE.UU., debido a que decenas de palestinos murieron por disparos cerca de los puntos de distribución. Este método de reparto, apoyado por los dos países organizadores, ha recibido la críticas de Naciones Unidas, que antes era la encargada de desarrollar esta misión, por la militarización de esta ayuda.
El embajador de Israel, Danny Danon, consideró que esta resolución habría perjudicado los esfuerzos de alivio humanitario e ignoraba a Hamas, a quien culpó de poner en peligro a los civiles en Gaza. “Habéis elegido la sumisión, no la paz”, acusó Danon a los 14 países. Y dio la gracias a EE.UU., “por estar en el lado correcto de la historia”.
Riyad Mansour, representante de Palestina, inviado a la sesión como el israelí, reiteró que Israel debe acabar con “el asedio punitivo e ilegal” sobre Gaza. Acusó al gobierno de Benjamin Netanyahu de cometer “un genocidio y crímenes de guerra y contra la humanidad”.
