Los palestinos de Israel ante guerra con Irán: “Casi ninguno de nosotros tiene refugio”

Fuego en Oriente Medio

“Sabemos que los ataques no son contra nosotros”, afirman habitantes de la parte árabe de Jerusalén

Members of the Israeli special forces check the apparent remains of a ballistic missile lying on the ground before being evacuated from the location where they were found, following missile attacks by Iran on Israel, in northern Israel, June 18, 2025. REUTERS/Gil Eliyahu ISRAEL OUT. NO COMMERCIAL OR EDITORIAL SALES IN ISRAEL. TPX IMAGES OF THE DAY

Bomberos inspeccionan los restos de un misil iraní en el norte de Israel

Gil Eliyahu / Reuters

“Si estas casas han aguantado dos mil años, aguantarán esta guerra”, dice Aya, una palestina de 23 años que regenta un café en Jerusalén Este junto a sus dos hermanas. Una pequeña clientela juega a las cartas y da sorbos al café turco. Sus conversaciones rompen el silencio de la ciudad tres veces santa, donde todas las oficinas y comercios no imprescindibles han enviado a sus trabajadores a casa, cerca de los refugios a los que acuden cada vez saltan las alarmas antiaéreas por los misiles de Irán.

“Casi ninguno de nosotros tiene refugio en su edificio”, explica la joven, “así que muchos jóvenes salen por la noche a grabar las interceptaciones. Sabemos que los ataques no son contra nosotros”.

El régimen de los ayatolás ha centrado su ofensiva en Tel Aviv, Haifa y otras ciudades de mayoría israelí, provocando la muerte de al menos 24 personas en todo Israel, todos civiles.

“Los misiles no tienen ojos, ni oídos, ni cerebro. Podrían caer por error en Jerusalén también”, dice Imad

La calle Salah Al-Din, arteria principal de la parte árabe de Jerusalén, es de los pocos lugares que conserva la normalidad. Tras un mostrador abarrotado de bolígrafos y otros materiales de oficina, Imad no da abasto con los clientes.

“Hace unos días, un misil cayó por error en un pueblo palestino dentro de Israel y murieron cuatro mujeres”, dice mientras hace fotocopias y entrega el cambio a un grupo de niñas. “Los misiles no tienen ojos, ni oídos, ni cerebro. Podrían caer por error en Jerusalén también”. Su Librería Educacional, especializada en historia y estudios de Palestina, ocupó espacio en la prensa internacional hace unos meses tras el allanamiento de la policía israelí, que buscaba incitaciones al terrorismo en sus estanterías.

Lee también

A pesar de que la guerra continúa en Gaza, donde solo ayer fallecieron 140 personas por ataques israelíes, el conflicto con los palestinos ha quedado opacado por el enfrentamiento con mayúsculas de los dos grandes enemigos de Oriente Medio. “Siento que es la primera vez que los israelíes están realmente sufriendo”, explica el librero.

A pesar de ello, siente temor porque la guerra escale sin control. “Claro que no queremos que nadie en el mundo use armas nucleares. Eso sería lo último que querríamos”, argumenta, aunque admite que “el sentimiento general es querer que Irán haga algo, aunque no seamos iraníes”. Según él, “ahora Irán ya no lucha por nosotros, sino por ellos mismos; hemos descubierto que Irán no estaba preparado para esto”.

Mientras tanto, el ejército israelí custodia las seis puertas de la ciudad antigua, donde solo los residentes tienen permitido entrar y salir. Dentro de las murallas, todas las tiendas de souvenirs tienen la persiana bajada. El emblemático Hospicio Austriaco, a solo cinco minutos del Santo Sepulcro –la tumba de Jesús–está cerrado desde el martes.

El joven rubísimo que sirve gulash tras la barra respira aliviado, porque al fin podrá cruzar la frontera con Jordania y volará directo a Viena.

En la parte israelí, los únicos que avistan las luces del cielo por la noche son los judíos ultraortodoxos, que confían en que Yavé les protegerá. Una familia numerosa enfila la calle, no sin antes mirar al cielo y acelerar el paso, por si acaso el seguro divino no es infalible.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...