El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha vuelto a salir con la suya. Después de meses pregonando su demanda de que los aliados de la OTAN dediquen el 5% de su Producto Interior Bruto (PIB) en defensa, los 32 mandatarios de los países de la Alianza Atlántica acaban de suscribir este miércoles una declaración donde se comprometen a alcanzar en diez años este nuevo objetivo de gasto en la cumbre de La Haya. También España, después de que Pedro Sánchez haya considerado, mediante un lenguaje ambiguo y tras recibir una carta del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que este documento no le obliga a asumir este compromiso en firme.
“Las decisiones adoptadas hoy hacen que la OTAN sea más fuerte”, ha celebrado el neerlandés tras la firma del acuerdo. En concreto, el texto de la declaración señala que, “unidos frente a las profundas amenazas y desafíos a la seguridad, en particular la amenaza a largo plazo que supone Rusia para la seguridad euroatlántica y la persistente amenaza del terrorismo”, los “aliados” de la OTAN se comprometen “a invertir el 5% del PIB anual en necesidades básicas de defensa, así como en gastos relacionados con la defensa y la seguridad, de aquí a 2035”. Se trata de un compromiso a diez años vista que supone un salto en adelante después del objetivo del 2% al que llegaron en el 2014 en Gales. Pero no todos los países lo han conseguido: algunos países rezagados, entre ellos España, solo han anunciado este 2025 que llegarían al compromiso de hace más de diez años.
Una revisión en el 2029
La declaración incluye que los aliados transmitan planes anuales que demuestren un “camino creíble” hacia este objetivo
El secretario general de la OTAN ha conseguido que los aliados secunden el nuevo compromiso de gasto en defensa del 5% del PIB tras formularlo con unas nuevas métricas más fáciles de digerir para la mayoría, que consisten en desglosarlo en un 3,5% de gasto militar puro y otro 1,5% de gastos adicionales relacionados. Con este 3,5%, cree Rutte, será suficiente para cumplir los nuevos objetivos de capacidades militares acordados por la OTAN. En cambio, Sánchez considera que España los alcanzará empleando solamente el 2,1% de su riqueza. “Estamos de acuerdo en estar en desacuerdo”, ha considerado Rutte en la rueda de prensa final de la cumbre.
La declaración también apunta que los aliados deberán transmitir sus planes anuales que muestren un “camino creíble” para lograr este objetivo, y que la trayectoria y el balance de gasto será revisado en el 2029. El secretario general de la OTAN cree que España no podrá conseguirlo destinando un porcentaje tan bajo de su riqueza, pero ha vuelto a recordar que “habrá una revisión” en el 2029. Al final, el único matiz que está en el texto es el avanzado hace unos días: en lugar de utilizar el sujeto “nosotros”, el texto habla de “aliados”, en general, lo que para Madrid implica que no compromete a todos los presentes.
Un día después de dedicarle un adulador mensaje en un chat –revelado después por Trump en su propia red social–, el neerlandés se ha vuelto a deshacer este miércoles en halagos ante el presidente estadounidense. “Eres un hombre de fuerza y también de paz. Sin ti no hubiese sido posible”, le ha dicho al recibirle en la cumbre en su ciudad natal. En la rueda de prensa final, y preguntado por su forma de plegarse ante el presidente, Rutte lo ha definido como una “cuestión de gusto”. “Merece todo el mérito”, ha defendido, indicando que sin él los europeos y los canadienses no hubieran llegado al 5% en defensa.
Varios países han anunciado nuevos compromisos de gastos coincidiendo con la cumbre atlántica. Por ejemplo, Alemania se acaba de sumar al club después de que el ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, haya dicho que el gasto llegará este 2025 al 2,4% del PIB y que llegará al 3,5% en el 2029. Rutte se mostró muy complacido con este anuncio, al igual que con el de Suecia, que expresó la semana pasada que quiere alcanzar “en los próximos años” el 3,5%. Noruega también ha manifestado que llegará al 3,5% y, por tanto, al 5% “en los próximos años”. “Sabemos que países como Polonia y Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, están muy cerca, ya han superado el umbral, y muchos otros les seguirán”, declaró Rutte en un acto previo a la llegada de los líderes al Palacio Huis ten Bosch, una de una de las tres residencias oficiales de la Familia Real Neerlandesa, donde se celebró este martes la recepción oficial.
Convertido en el centro de las miradas tras exponerse en público como el principal opositor al 5% de Trump, Sánchez ha adoptado un perfil bajo en la cumbre. Por lo menos, en los momentos donde se permitía la entrada de las cámaras de televisión. Tras comparecer en un extremo de la fotografía de familia, el presidente español se ha sentado rápidamente en el lugar que le correspondía de la cumbre, al lado del turco Recep T. Erdogan, evitando un contacto cara a cara con el mandatario estadounidense.