Después de asumir las imposiciones de Donald Trump en la OTAN y aceptar destinar el 5% de su producto interior bruto (PIB) en defensa en diez años, los líderes europeos continuaron ayer hablando del incremento del gasto en defensa. Lo hicieron en el Consejo Europeo, donde confirmaron los compromisos aceptados en la Alianza Atlántica y pidieron un calendario concreto para seguir aumentando sus capacidades defensivas. El temporizador ya está en marcha.
La Comisión Europea ya ha dispuesto varios caminos para que los estados miembros financien su rearme, como la cláusula de escape o los préstamos para inversiones militares. Pero ahora los Veintisiete quieren que el Ejecutivo europeo lleve a cabo una “hoja de ruta” para concretar los objetivos de seguridad y defensa que Bruselas ha marcado para el 2030. Ahora la Comisión Europea debería presentar un calendario en octubre.
La prensa israelí apunta que Netanyahu y Trump prevén acabar la guerra en Gaza en “dos semanas”
Lo que pretenden es “mantener la ambición” tan alta como se ha escenificado en la cumbre de la OTAN, señalaron fuentes europeas. Además, también quieren, según las mismas fuentes, que el aumento de los 27 presupuestos de defensa tenga “un resultado eficiente para todos” y “que la industria europea de defensa y la competitividad se beneficien de este aumento de gasto”.
Los líderes comunitarios también abordaron el reciente demoledor informe elaborado por el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), que constata los “indicios” de que Israel ha llevado a cabo violaciones de los derechos humanos en Gaza. Después de posponer el debate en una reunión de ministros de Exteriores de la UE que se celebró el lunes, ayer los jefes de Gobierno también optaron por pasar de puntillas. En las conclusiones adoptadas por el Consejo Europeo solamente se menciona que “toman nota” del informe y retrasan a futuros debates los pasos a seguir sobre el acuerdo de asociación.
“El comercio se dirige desde Bruselas”
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se hizo eco de las palabras del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, al recordar que la política comercial en los países de la Unión Europea “se dirige desde Bruselas”. Lo hizo para responder, desde el Consejo Europeo, a las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que dijo que doblaría los aranceles a España por su negativa a destinar el 5% del producto interior bruto (PIB) a defensa como el resto de aliados de la OTAN. “Estamos en una Unión Europea, en un mercado único, y quien lo negocia es Bruselas por parte de todos los estados miembros”, continuó. Según apuntó Sánchez más tarde, no hubo “ningún comentario en la sala” del Consejo Europeo sobre el desencuentro vivido en la OTAN. “España es bastante singular en Europa porque tenemos un déficit comercial con Estados Unidos”.
La división es profunda en Europa. Por un lado se encuentran países como Alemania o Italia, sin ningún apetito para tomar medidas sobre Israel y que prefieren mantener el diálogo abierto. Por el otro, un bloque liderado por España, que pide la suspensión inmediata del Acuerdo de Asociación. “Tiene que hacerlo inmediatamente, porque lo que no tiene sentido es que llevemos 18 paquetes de sanciones contra Rusia por su agresión a Ucrania, y la UE, en un doble estándar, no sea capaz ni de suspender un acuerdo de asociación cuando se está violando flagrantemente el artículo 2 por parte de Israel”, dijo Sánchez. “Hay que decirle basta ya a Netanyahu”, dijo más tarde en la rueda de prensa tras el Consejo Europeo. “Es una obligación desde el punto de vista moral”.
Por su parte, la prensa israelí explicó que Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio, hablaron por teléfono con Netanyahu y su ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, para abordar el futuro de Gaza y cómo expandir los Acuerdos de Abraham, que establecen la normalización de relaciones entre Israel y los países árabes y que se firmaron durante el primer mandato de Trump. Uno de los objetivos sería terminar la guerra en Gaza en las próximas “dos semanas” mediante un acuerdo para la liberación de los rehenes y forzando al liderazgo de Hamas al exilio. Además, se buscaría que terceros países acojan a los gazatíes que quieran irse de la franja.
