El caso de Jeffrey Epstein no parece perder gas pese a los esfuerzos del presidente Donald Trump por acusar a los demócratas y criticar a los “republicanos estúpidos” que siguen perseverando en este asunto. Pero es su propio movimiento MAGA el que propagó la idea de que existía una lista de clientes del millonario depredador sexual y el que puso en duda de que se suicidara en la celda de una cárcel de Nueva York en el 2019.
No solo no pierde gas, después de que la fiscal general Pam Bondi negara la lista y ratificara el suicidio, sino que la tormenta va a más. Sobre todo después de que The Wall Street Journal avanzó este jueves la existencia de una carta obscena escrita supuestamente por Trump, con su nombre, para su amigo Epstein con motivo de su 50 cumpleaños, en el 2003.

Donal Trump de fiesta con Jeffrey Epstein en 1992
La dedicatoria de Trump a Epstein en la carta: “Feliz cumpleaños, y que cada día haya otro secreto maravilloso”
La carta revisada por el Journal incluye varias líneas mecanografiadas con el texto enmarcado por la silueta de una mujer, que parece estar dibujada con un rotulador grueso. Un par de pequeños arcos representan los pechos y la firma de “Donald” se encuentra debajo de su cintura, imitando el vello púbico.
Formaría parte de una colección de cartas de una docena de asociados del millonario financiero, que tenía amigos influyentes en todas las esferas. Las recopiló como regalo Ghislaine Maxwell, íntima de Epstein que cumple 20 años de cárcel tras ser condenada en Nueva York, en el 2022, como captadora y suministradora de menores de su jefe.
“Tenemos ciertas cosas en común, ¿te has dado cuenta que los enigmas nunca envejecen?”, indicó supuestamente Trump. El redactado firmado por el futuro presidente de Estados Unidos concluye con un “feliz cumpleaños, y que cada día haya otro secreto maravilloso”.

Epstein y Maxwell con Trump y Melania
Antes de su publicación, en una entrevista con esa cabecera, Trump negó que fuera el autor del texto o del dibujo. “Este no soy yo, esto es una cosa falsa, es una historia falsa del Wall Street Journal”, respondió. “Nunca he hecho un dibujo en mi vida, no hago dibujos de mujeres, no es mi lenguaje, no son mis palabras”, insistió. También amenazó a ese medio con una demanda si publicaba el artículo. “Voy a demandar al Wall Street Journal, al igual que demande a todos los demás”, recalcó.
La noticia de la carta se expandió con rapidez y Trump recurrió a su red social para informar que su secretaria de prensa, Karoline Leavitt, advirtió al diario y a su propietario, Rupert Murdoch, de que les demandarían. “Fueron avisados directamente”, reiteró en su mensaje.
Pero visto el revuelo, frustrado por su incapacidad de poner freno a sus propias bases, poco después comunicó por ese mismo canal que había dado la orden a la secretaria de Justicia de que desvelara un grupo de documentos diferentes sobre los testimonios vinculados al caso Epstein.
“En base a la ridícula cantidad de publicidad dada a Jeffrey Epstein, he requerido a la fiscal general Pam Bondi para que difunda cualquier testimonio pertinente ante el gran jurado, sujeto a la aprobación del tribunal”, afirmó. “Esta estafa, perpetrada por los demócratas, debe terminar ahora mismo”, proclamó.
Bondi replicó de inmediato en la red X. “Presidente Trump, estamos listos para solicitar mañana (por el viernes) la desclasificacón las transcripciones del gran jurado”, subrayó.
Esta medida se produce, ante la avalancha de noticias negativas, después de que horas antes Leavitt respondiera en rueda de prensa que el presidente no veía necesario en absoluto el nombramiento de un fiscal independiente para investigar el asunto, como han solicitado no pocas voces relevantes entre el movimiento MAGA y los legisladores republicanos.
Aunque los testimonios ante el gran jurado son diferentes a los que presuntamente esperan sus seguidores y pueden incorporar información sobre las víctimas de Epstein, Trump sugirió que con este paso se debía cerrar la controversia sobre la promesa de su administración de hacer públicos los papeles vinculados a este caso.
Cuando Epstein cumplió los 50 años era un hombre rico y bien conectado, con colegas como el actual presidente estadounidense, el expresidente Bill Clinton o el príncipe Andrés de la corona británica.
Epstein y Trump pasaron tiempo juntos en la década de 1990 y en los primeros años del 2000. Fuero fotografiados en eventos sociales. En algunas imágenes también aparecían Melania, hoy la primera dama, o Maxwell.
En el 2002 declaró al New York Magazine: “Conozco a Jeffrey desde hace quince años. Un tipo estupendo. Tiene mucho humor. Se dice que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí y muchas de ellas son más bien jóvenes. No hay duda al respecto, Jeffrey disfruta su vida social”.
Luego, según Trump, se distanciaron. El líder republicano dijo que su amistad se finiquitó antes de que Epstein se declarara culpable en el 2008 de facilitar una menor para la prostitución. Sirvió un breve tiempo en prisión, en Florida, y fue puesto en el registro de delincuentes sexuales.
Cuando fue arrestado de nuevo en el 2019, Trump aseguró que hacía cerca de 15 años que no había hablado con él. “No soy fan de esto”, dijo entonces.