La UE impone un nuevo tope al precio del petróleo ruso

Guerra en Europa

Los Veintisiete aprueban el 18 paquete de sanciones a Rusia tras superar el veto de Eslovaquia

Horizontal

Los servicios de emergencia ucranianos trabajan para extinguir un fuego tras un ataque ruso en Odesa

Michael Shtekel / Ap-LaPresse

Después de semanas de negociación con Eslovaquia, la Unión Europea finalmente ha logrado convencer al gobierno de Robert Fico para poder adoptar oficialmente el 18 paquete de sanciones a Rusia. Se trata de un importante conjunto de medidas para ayudar a Ucrania en sus esfuerzos de frenar la maquinaria de guerra rusa que, entre otras cosas, incluye un tope más estricto al precio del petróleo ruso.

De forma más discreta, también Grecia, Malta y Chipre estaban en contra de estas nuevas medidas. El asunto se desencalló la noche del jueves y recibió el sello oficial en la reunión de ministros de Asuntos Europeos celebrada en el Consejo de la UE. Con este paquete, además de tomar otras iniciativas para castigar a Moscú por la invasión, Bruselas rebaja el precio del petróleo de los actuales 60 dólares por barril a 47,6 dólares, un 15% por debajo de la media del precio de mercado del petróleo crudo ruso.

El límite del crudo ruso, que se revisará cada seis meses, pasa de los 60 a los 47,5 dólares por barril

Sin embargo, en un principio la Comisión pedía que el tope fuera de 45 dólares el barril, pero han asumido que no podían rebajarlo tanto tras el aumento de los precios derivado de las últimas crisis en Oriente Medio, como la escalada entre Irán e Israel. En este contexto global volátil, las autoridades europeas han acordado revisar este precio cada seis meses para asegurarse de que sea efectivo para de reducir los beneficios de Rusia.

El tope anterior, de 60 dólares, se fijó por los siete países que conforman el G-7 (EE.UU., Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Japón y Canadá, además de la UE) en diciembre del 2022. Ahora Europa lo ha hecho por su cuenta, pero la esperanza del bloque comunitario es que poco a poco se sumen los otros miembros del G-7. Ya lo ha hecho el Reino Unido, que se apunta al nuevo límite. El problema, de nuevo, vuelve a ser Donald Trump. Hasta la fecha, no se ha abierto a de revisar el tope fijado hace tres años por la anterior Administración de Joe Biden.

Lee también

Zelenski remodela el Gobierno de Ucrania tras el ultimátum de Trump a Rusia

Gonzalo Aragonés
Horizontal

Además, el nuevo paquete de sanciones incluye otro centenar de barcos en la lista negra de la considerada flota fantasma, que Moscú utiliza para escapar de las sanciones, y una refinería de Rosneft en la India. También prohíbe las transacciones financieras con los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que están inutilizados, para evitar la tentación de que Rusia quiera volver a explotarlos en un futuro.

La presión no solo es energética, sino también financiera. Europa impedirá las transacciones financieras en otros 22 bancos rusos y a operadores de terceros países que financien el comercio con Rusia eludiendo las sanciones. Bruselas incluso impedirá exportar a Moscú tecnología crítica para fabricar drones, en el que, según la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, es uno de los paquetes “más fuertes” contra Moscú.

El prorruso Fico dice haber obtenido garantías para compensar la ausencia de energía rusa

“Estamos golpeando el corazón de la maquinaria bélica rusa. La presión está ahí. Y seguirá ahí hasta que Putin ponga fin a esta guerra”, celebró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

El paquete estaba ya preparado desde hace semanas pero no se ha adoptado hasta ahora por dos motivos. El primero eran las preocupaciones de Malta, Chipre y Grecia, con una gran flota de petroleros, preocupados por cómo el tope del precio del petróleo iba afectar a su economía. Chipre y Grecia se subieron a bordo tras una intervención de la presidencia danesa de la UE y el diseño de este nuevo sistema dinámico de revisión del precio. Malta necesitó también una declaración por escrito de la Comisión Europea donde expresaban que entendían sus inquietudes.

Lee también

Rusia y Ucrania intercambian ataques masivos de drones, con muertos en ambos países

Gonzalo Aragonés
Horizontal

Luego estaba el veto de Bratislava, que no estaba directamente relacionado con la 18 tanda de sanciones, sino con la iniciativa de la Comisión Europea de que los países dejen totalmente de comprar combustibles fósiles a Rusia a partir de 2028. Eslovaquia, altamente dependiente de la energía barata rusa, exigía garantías al Ejecutivo comunitario para que, a partir de 2028, cuando ya estarán vetadas las importaciones de gas ruso, pueda seguir importando energía barata.

Al comunicar esta decisión, el primer ministro eslovaco, Robert Fico –un gran aliado de Vladímir Putin en el continente–, insistió en que la propuesta de la Comisión de detener todos los suministros de gas ruso es “estúpida”. Según la versión de Fico, ha negociado con el Ejecutivo comunitario la posibilidad de utilizar fondos europeos para compensar los altos precios del gas, así como la plena participación de la Comisión en cualquier posible litigio por incumplimiento del contrato, válido hasta el 2034, con la empresa rusa Gazprom.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...