El canciller de Alemania, Friedrich Merz, recibió el miércoles por la noche en Berlín al presidente de Francia, Emmanuel Macron, y ambos exhibieron un frente unido ante la cuenta regresiva para las exportaciones europeas amenazadas por los aranceles de Estados Unidos. Objetivo: reactivación del eje franco-alemán en la nueva etapa con el conservador Merz al frente de la primera economía de Europa. Ambos se conjuraron para ello en la visita de Merz a París en mayo, al día siguiente de su investidura como canciller, un viaje tradicional de los mandatarios de ambos países –en el caso del francés, lógicamente a Berlín– en cuanto toman posesión del cargo.
“Hoy respondemos a la ofensiva arancelaria lanzada con una determinación que compartimos: brindar estabilidad y tener los aranceles más bajos posibles”, dijo anoche Macron junto a Merz en una breve comparecencia ante la prensa, sin preguntas, antes de dirigirse a una cena de trabajo.
Merz le recibió como anfitrión en la histórica Villa Borsig, un palacete a las afueras de Berlín que ejerce de edificio para invitados del Ministerio de Exteriores alemán. Con todo, el ejercicio mutuo de cordialidad entre ambos mandatarios no oculta que hay fricciones, en especial en materia de cooperación en defensa.
El peligro de Donald Trump
El eje franco-alemán defiende un frente europeo unido ante la cuenta regresiva para las exportaciones europeas amenazadas por los aranceles de Estados Unidos
Así, París quiere deuda europea conjunta para la industria armamentística, pero Berlín la rechaza. Otro nubarrón en el eje franco-alemán es el futuro avión de combate FCAS (Future Combat Air System), un plan multimillonario conjunto de Alemania, Francia y España, que atraviesa tensiones desde que a inicios de mes trascendió que el fabricante francés, Dassault Aviation, aspira a una participación del 80%.
El objetivo es construir el nuevo caza FCAS con el que sustituir a partir del 2040 a los cazas Rafale franceses y a los Eurofighters alemanes y españoles, y Berlín rechaza la pretensión de París de controlar ese elevado porcentaje accionarial. Anoche, Macron se limitó a enfatizar “la importancia” de invertir en este proyecto conjunto.

Imagen de cómo será el nuevo avión FCAS (Future Combat Air System), proyecto conjunto franco-alemán-español
Otro aspecto que no era fácil para el encuentro de ambos anoche es la postura respecto a Israel y su ofensiva militar en Gaza, que se cobra a diario vidas de civiles palestinos. Alemania descarta firmar la declaración conjunta emitida el pasado lunes por el comisario de Gestión de Crisis de la UE y 28 países occidentales, entre ellos Francia, España y el Reino Unido, en la que se pedía a Israel que ponga fin inmediato a los ataques israelíes en la Franja de Gaza y permita la entrada de más ayuda humanitaria. También condena la muerte de más de 800 civiles mientras intentaban recibir esa ayuda.
Merz había recordado el martes en una rueda de prensa junto al primer ministro checo, Petr Fiala, que la postura alemana se identifica con la última declaración conjunta del Consejo Europeo, emitida el 26 de junio, y que la declaración europea tiene un contenido “prácticamente idéntico” al de la nueva iniciativa. Algunos miembros del socialdemócrata SPD, socio de coalición de Merz, querrían rubricar esta misiva, que juzgan más contundente, pero el portavoz del Gobierno, Stefan Kornelius, descartó el mismo miércoles tal firma.