Arabia Saudí ha acordado con el Gobierno sirio la inversión de 2.660 millones de euros en proyectos inmobiliarios y de infraestructura en el país, arrasado por 14 años de guerra civil. La monarquía del golfo Pérsico ha sido uno de los primeros países en afianzar lazos económicos con Siria tras el levantamiento de sanciones al nuevo poder estatal, liderado por los islamistas de la Organización para la Liberación del Levante (HTS, en inglés), que derrocaron el régimen de Bashar el Asad el pasado diciembre.
En el marco del primer Foro de Inversión Sirio-Saudí, celebrado en Damasco esta semana, el ministro saudí de Inversión, Jalid el Falih, anunció un gran compromiso de 47 puntos que incluye contratos y memorandos de entendimiento por un valor de 24.000 millones de riales saudíes (5.824 millones de euros).
La agencia estatal siria SANA informó ayer que el miércoles Falih y su homólogo sirio inauguraron una fábrica de cemento en la Ciudad Industrial de Adra, en las afueras de Damasco, con una inversión de 17 millones de euros. La alianza marca un hito significativo en las relaciones entre Siria y Arabia Saudí, y se espera que los acuerdos firmados generen 50.000 empleos directos y 150.000 indirectos en todo el país, según el ministro sirio de Información, Hamza el Mustafa.
En paralelo, las autoridades siria han solicitado el apoyo de Turquía para reforzar sus capacidades de defensa tras una ola de violencia sectaria que ya ha dejado más de 1.000 muertos y ha provocado bombardeos israelíes contra las fuerzas armadas del país. Funcionarios de defensa turcos, que hablaron bajo condición de anonimato, informaron el miércoles que Siria también pidió ayuda a Ankara para combatir a “organizaciones terroristas”, incluido el Estado Islámico.
Según declaraciones a Reuters, el enviado especial de EE.UU. para Siria, Tom Barrack, ha aconsejado a presidente Ahmed el Sharaa buscar asistencia regional en materia de seguridad, aunque no especificó de quién.