El conflicto entre Tailandia y Camboya se recrudece.
El intercambio de fuego iniciado ayer no solo ha continuado hoy, sino que, según fuentes militares de Bangkok, se ha extendido a más puntos de la frontera: de seis a doce localidades. Las autoridades tailandesas han evacuado ya a más de 130.000 personas de las regiones fronterizas, y han elevado el numero de fallecidos a 15 (14 de los cuales son civiles). El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, ha alertado de la gravedad de la situación: “Podría desembocar en una guerra”, ha dicho a la prensa.
Un hombre en un refugio para desplazados en la provincia tailandesa de Surin, esta mañana
El Gobierno camboyano no ha proporcionado detalles sobre víctimas o evacuaciones, pero un funcionario de una de las provincias expuestas al conflicto ha asegurado a Reuters que un civil había muerto y alrededor de 1.500 familias han sido evacuadas.
Los enfrentamientos estallaron el jueves por la mañana, tras semanas de tensión por una histórica disputa por el control de varios territorios fronterizos. Ambos países se acusaron mutuamente de iniciar las hostilidades –las más graves registradas en más de una década–. Tailandia acusó a Camboya de lanzar ataques con cohetes y artillería, y reconoció que, como respuesta, su fuerza aérea bombardeó objetivos militares en territorio camboyano. Por su parte, Camboya se limitó a decir que actuó en legítima defensa ante una “agresión no provocada”.
Impacto internacional
Países como Estados Unidos, Japón y China muestran su preocupación por el conflicto
Varios países han mostrado preocupación ante este enfrentamiento, entre ellos Estados Unidos, Japón y China, que, a través de su Ministerio de Exteriores, ha pedido a ambos estados que “resuelvan la cuestión a través del diálogo”.
Bangkok rechaza de momento los esfuerzos de mediación de terceros para poner fin al conflicto, e insiste en que Phnom Penh cese los ataques y resuelva la situación mediante conversaciones bilaterales. “Mantenemos nuestra postura de que el mecanismo bilateral es la mejor solución; este es un enfrentamiento entre ambos países”, ha declarado hoy el portavoz del Ministerio de Exteriores tailandés, Nikorndej Balankura.
Ayer, el primer ministro camboyano, Hun Manet, solicitó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que convocara una reunión para abordar la crisis. Está previsto que esta reunión se celebre hoy a puerta cerrada.
