Donald Trump al parecer se toma muy en serio lo de ganar el Nobel de la paz, hasta el punto de presumir –tras su reunión de hoy con el primer ministro británico, Keir Starmer, en Turnberry (Escocia)– de “haber puesto fin a por lo menos seis guerras” (no especificó cuáles son, y no está claro).
En cualquier caso la de Ucrania se le ha atragantado y por el momento no figura en esa lista que existe en su imaginación, de manera que ha dado a Putin un ultimátum para que acceda a una solución al conflicto “en cuestión de diez doce días si no quiere encontrarse con aranceles muy severos”. En julio dio al líder ruso un plazo de cincuenta días que habría vencido en septiembre, “pero no veo ningún progreso y no hay razón para seguir esperando”.
Amenaza con fuertes aranceles a Moscú, y otros secundarios del 100%, a aliados de Rusia como China e India
“Estoy muy decepcionado con Putin –ha señalado Trump–. Varias veces hemos creído que había un acuerdo, y entonces va y tira bombas sobre un asilo de ancianos o lo que sea en Kyiv, matando a muchas personas”. Durante la campaña electoral norteamericana, el dirigente republicano presumió de que acabaría con la guerra de Ucrania en un día, igual que Joan Laporta afirmó que le bastaría un asado para renovar a Messi. Pero a veces las cosas son más complicadas de lo que pueden parecer...
Además de con elevados aranceles directos a las exportaciones rusas, Trump ha amenazado con otros secundarios del cien por cien a países aliados de Moscú que compran su petróleo a precio de descuento, como China e India, con el fin de que éstos presionen a Putin para hacer las concesiones necesarias respecto a Ucrania.
Trump y Putin han mantenido diversas rondas de conversaciones (la última de ellas la semana pasada) sin ningún progreso sustancial para acabar con la guerra.