“Terrible alboroto”: un obispo en bata interrumpe el concierto de un coro en una iglesia de Londres

Iglesia de San Andrés

Jonathan Baker se quejó del ruido “en su casa” y dio por finalizado el encuentro

Captura de pantalla del video compartido en TikTok por el usuario @hornbergercello. En la imagen puede verse al obispo Jonathan Baker.

Captura de pantalla del video compartido en TikTok por el usuario @hornbergercello. En la imagen puede verse al obispo Jonathan Baker.

TikTok: @hornbergercello

El éxito I'm Gonna Make You Love Me de The Supremes acababa de ser interpretado a todo pulmón en la Iglesia de San Andrés, cuando ocurrió lo impensable. Mientras el coro City Academy Voices se preparaba para su última canción -una versión de Dancing Queen-, las luces se apagaron y, de pronto, un hombre en bata azul y sin zapatos subió al escenario y tomó el micrófono: “Están en mi casa. ¿Pueden irse ya, por favor?”. 

El hombre era Jonathan Baker, obispo de Fulham, y su aparición desconcertó por completo a los 360 asistentes y a los más de 40 miembros del coro. En un video publicado en las redes sociales, se puede ver al obispo diciéndole al coro que son más de las 10 de la noche y pide que la noche “termine”. Además, el obispo describió el concierto como un “alboroto terrible”. El incidente, ocurrido el viernes por la noche, ha generado reacciones varias. 

“Pensé que era un sketch o un actor haciendo una performance”, dijo una miembro del coro, según The Guardian. “Pero luego nos dimos cuenta de que no, esto era real, y fue simplemente surrealista”.

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La presentación había sido concebida como una celebración, en particular para Leigh Stanford Thompson, directora del coro, que se despedía esa noche del grupo. La interrupción, sin embargo, rompió el clima festivo y generó abucheos entre los asistentes. Una empleada de la iglesia tomó luego el micrófono para pedir que se retiraran en silencio, alegando que el edificio también funciona como residencia privada.

Según los testimonios, el coro había alquilado el espacio -como ya había hecho en ocasiones anteriores- y estaba finalizando su anteúltima canción cuando todo se detuvo. “Fue realmente decepcionante”, dijo Thompson. “Al final de estos conciertos, la gente se va llena de alegría. Esto apagó todo eso”.

Aun así, el grupo decidió despedirse como pudo. Ya sin luces ni instrumentos, entonaron una versión a capela de Dancing Queen de Abba mientras abandonaban el escenario. “Fue improvisado, pero muy conmovedor. La gente aplaudía, fue un momento precioso”, relató una integrante.

Pensé que era un sketch o una performance. Fue surreal”, comentó una miembro del coro

Desde la diócesis de Londres informaron que el obispo Baker se puso en contacto con los organizadores al día siguiente para pedir disculpas. Según su versión, no sabía que el evento se había extendido debido a problemas técnicos y reconoció que su intervención fue inapropiada.

“Si hubiera esperado cinco minutos más, habríamos terminado”, lamentó una cantante. “Pero ahora, mirando atrás, ¡qué gran despedida!”.

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