El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió este miércoles en el Kremlin al enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, dos días antes de que venza el ultimátum que dio a Moscú Donald Trump. Aunque la intención era arrancar de Putin un compromiso para poner fin a la guerra en Ucrania, Moscú considera “muy útiles” los actuales contactos con Washington a través del emisario.

Con un apretón de manos el presidente ruso, Vladímir Putin, recibe por quinta vez este año a Steve Witkoff (derecha) este 6 de agosto, en el Kremlin
La reunión duró casi tres horas, según dijo posteriormente la Presidencia rusa. La televisión rusa ofreció imágenes del inicio de la misma, en la que Putin recibió a su invitado con un fuerte apretón de manos en presencia de Yuri Ushakov, exembajador en Estados Unidos y consejero del presidente ruso para asuntos internacionales.
Tras la reunión, Ushakov dijo a los periodistas que las conversaciones fueron “muy útiles y constructivas”. Según él, los dos interlocutores intercambiaron “señales” sobre el actual conflicto armado entre Rusia y Ucrania. “Por nuestra parte, transmitimos algunas señales sobre la cuestión ucraniana. Putin recibió, a través de Witkoff, “señales relevantes de Trump”, añadió.
Quinto encuentro del año
El consejero ruso prefirió abstenerse “de hacer comentarios más detallados”, debido a que “Trump aún no ha sido informado de los resultados de esta reunión”.
“Veremos cuándo Witkoff puede informar a Trump sobre la conversación de hoy. Después de eso, obviamente podremos añadir algo más sustancial”, prometió Ushakov.
Trump tiene previsto hacer una declaración pública desde el despacho oval de la Casa Blanca este miércoles por la tarde en Washington (última hora de la noche en Europa). Pero se desconoce el contenido de la misma.
Es la quinta visita de Witkoff a Rusia desde principios de año. En todas las ocasiones se reunió con el jefe del Kremlin. La última vez fue el 25 de abril. En el encuentro de este 6 de agosto, Putin y Witkoff también abordaron las perspectivas del desarrollo de las relaciones bilaterales, apuntó Ushakov.
Como otras veces, las autoridades rusas acogieron con deferencia al inversor norteamericano convertido desde este año en uno de los enviados especiales de Trump para negociaciones de paz.
Un paseo cerca del Kremlin
En el aeropuerto de Vnúkovo le recibió Kiril Dшmítriev, jefe del Fondo Ruso de Inversión Directa, quien en las negociaciones que Rusia y EE.UU. mantuvieron en Arabia Saudí se encargó de las cuestiones económicas.
Ambos hombres dieron posteriormente un paseo por el Parque Zariadie, junto a la plaza Roja y el Kremlin.
Tras la reunión el Kremlin, Dimítriev escribió en su canal de Telegram: “El diálogo constructivo entre Rusia y Estados Unidos continúa”. Y acompañó su mensaje con tres emojis: una paloma con una rama en el pico, una bandera de Rusia y una bandera de EE.UU.
El portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, se mostró el lunes pasado “encantado” con la visita de Witkoff. Los contactos que ha mantenido este año Rusia con EE.UU. a través de él son “importantes, significativos y muy útiles”, aseguró.
De la “decepción” con Putin al ultimátum
La quinta visita de Witkoff a Rusia puede decidir a Trump qué tipo de sanciones impondrá a Rusia y a sus socios comerciales si esta semana no se llega a algún tipo de acuerdo sobre el conflicto en Ucrania.
El presidente de Estados Unidos, que ha dejado claro en los últimos meses su “decepción” con Putin por la falta de avances hacia una solución negociada, dio un ultimátum a Rusia de 50 días que luego rebajó a 10 y que termina este viernes, 8 de agosto.
Trump aseguró que, si no se llega a un acuerdo de solución para la guerra, impondrá nuevas sanciones a Rusia y, además, castigará a los países que importen los productos rusos, especialmente petróleo y gas, con aranceles del 100 %. Eso afectaría sobre todo a China y a India.
“Inmunizados” contra las sanciones
El Kremlin reaccionó en julio a la exigencia final de Trump diciendo que Rusia ya se había acostumbrado a las sanciones occidentales. “Hemos vivido mucho tiempo bajo una gran cantidad de sanciones, y nuestra economía funciona bajo una gran cantidad de restricciones. Ya hemos desarrollado una cierta inmunidad en este sentido”, dijo Peskov.
En la última semana Estados Unidos ha ejercido especial presión sobre India para que deje de comprar el crudo ruso. Moscú ha dicho que las amenazas de penalizar a sus socios comerciales son ilegales.
En general, Rusia sostiene que los contactos con la actual administración de la Casa Blanca resultan muy importantes. Trump intenta mediar entre Moscú y Kyiv para terminar la guerra en Ucrania, pero también recomponer las relaciones diplomáticas con Rusia, además de hacer negocios.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, calificó el viernes pasado de “muy útiles” las negociaciones con Estados Unidos sobre Ucrania pese al ultimátum de Trump. “Gracias a la insistencia del presidente Donald Trump el régimen de Kyiv aceptó nuestra propuesta de retomar las negociaciones de Estambul”, dijo en declaraciones publicadas en el portal oficial de Exteriores.
Rusia y Ucrania reanudaron las negociaciones directas el pasado mes de mayo. Desde entonces, sus delegaciones se han reunido en tres ocasiones en la ciudad turca. Sin embargo, no han logrado acercar posiciones políticas y los únicos acuerdos han sido sobre cuestiones humanitarias: intercambio de prisioneros de guerra y entrega de cadáveres de soldados caídos en combate.