La alfombra roja con la que Donald Trump recibió a Vladimir Putin en Anchorage (Alaska) simbolizó el fin de tres años de aislamiento internacional del presidente ruso. La pleitesía en suelo estadounidense al hombre que ordenó en el 2022 la invasión de Ucrania echó a perder los esfuerzos del exmandatario Joe Biden por construir una coalición occidental para convertir al país agresor en un paria. Putin, acusado de crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional –lo que le prohíbe viajar a sus más de 120 países que la reconocen, entre los que no está EE.UU.–, obtuvo la foto que quería sin ofrecer a cambio ninguna concesión: ni un acuerdo, ni una apertura a la negociación trilateral con Kyiv, ni una hoja de ruta para el alto el fuego.
En su empresa por conseguir el premio Nobel de la paz, y por poner fin a un conflicto que le distrae de sus ambiciones domésticas, mañana Trump seguirá intentando cambiar el curso de la guerra, que prometió terminar “de inmediato”, mediante un par de llamadas, cuando fue elegido presidente en noviembre. Recibirá al líder del país agredido, Volodímir Zelenski, en el mismo despacho oval del que le echó a gritos en febrero, en una escena que marcó un gran contraste con la altura diplomática del encuentro del viernes en Alaska.
De lo que allí se negoció, en lo que Trump definió como una “reunión extremadamente productiva” de tres horas, poco ha trascendido. Pero el cambio de discurso del presidente, que ya no habla de un alto el fuego sino de una “paz definitiva”, sugiere que Putin le confirmó que no se detendrá hasta que Ucrania se rinda y ceda su territorio oriental, o al menos la región de Donetsk al completo, según reveló ayer el Financial Times . Tras la reunión con su homólogo ruso, el inquilino de la Casa Blanca se llamó con Zelenski y varios líderes europeos, de quienes afirmó que estaban de acuerdo con él en que “la mejor manera de poner fin a la horrible guerra” es un tratado de paz, y no “un mero acuerdo de alto el fuego, que a menudo no se mantiene”.
El líder ucraniano vuelve mañana al despacho oval, seis meses después de su expulsión a gritos
Mañana, Trump presionará al presidente ucraniano en este sentido, pero Zelenski es consciente de que la paz sin un previo armisticio dejaría a Kyiv en posición de debilidad y no garantizaría que, tras ceder territorio, en un futuro Putin no vuelva a por más. Es lo que, en su fatídica reunión en febrero, Zelenski trató de explicar al vicepresidente J.D. Vance: Rusia no ha respetado los acuerdos de paz en el pasado, por lo que no hay garantías en una negociación directa con el Kremlin.
Si Zelenski rechaza el plan de Trump, persuadido por Putin, se arriesga a una nueva expulsión dramática frente a las cámaras del despacho oval. Hace medio año, Washington reaccionó al desencuentro bloqueando la ayuda militar en camino y dejando de compartir inteligencia con Kyiv, lo que permitió avances rusos en la región de Kursk. Una nueva riña sería el pretexto perfecto para Trump, pues le permitiría acusar a Zelenski de no querer la paz y abandonar definitivamente a Ucrania a su suerte.
Esta situación dejaría la defensa de Kyiv en manos de Europa, cuya asistencia militar acumulada supera a la de EE.UU., según el Instituto Kiel, y cuyos líderes se han comprometido a aumentar el gasto en defensa y mantener el apoyo a Ucrania, dado el distanciamiento americano.
Europa toma consciencia de que la defensa de Ucrania está en sus manos ante el abandono de Trump
Tras su llamada de una hora con Trump el viernes, emitieron un comunicado conjunto en el que reafirmaron esta posición: “Seguiremos reforzando las sanciones y otras medidas económicas para presionar la economía de guerra de Rusia hasta que haya una paz justa y duradera. Ucrania puede contar con nuestra solidaridad inquebrantable mientras trabajamos por una paz que salvaguarde los intereses de seguridad vitales de Ucrania y de Europa”, sentenciaron los mandatarios de Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, entre otros representantes europeos.
Según Axios
Trump propone el 22 de agosto para una cumbre trilateral con Rusia y Ucrania
Donald Trump no quiere demorar el encuentro con Zelenski y Putin. Según Axios, el mandatario estadounidense transmitió durante una conversación telefónica con Volodímir Zelenski y líderes europeos, que “quiere organizar una cumbre trilateral con Putin y Zelenski ya el próximo viernes” 22 de agosto, una semana después de su encuentro con el presidente ruso Vladímir Putin en Alaska.