Maxwell, que busca el perdón, limpia la imagen de Trump en el caso del pervertido Epstein

Escándalo en Washington

La cómplice del depredador sexual, en su conversación con el número dos del Departamento de Justicia, dice que el presidente siempre fue un caballero, habla bien de Bill Clinton y niega la famosa lista de clientes, en un chaparrón para los conspirativos

Horizontal

Los cuatro amigos, el futuro presidente Donald Trump; su novia Melania Knauss, y luego primera dama; Jeffrey Epstein y su amiga y cómplice, Ghislaine Maxwel 

Davidoff Studios Photography / Getty

La operación de limpieza de la imagen de Donald Trump en el caso Epstein alcanzó este viernes su punto culminante.

“En realidad nunca vi al presidente en ningún tipo de masaje. Nuca fui testigo de que el presidente estuviera en un lugar inapropiado”. Así se pronunció Ghislaine Maxwell, de 63 años, la asociada del pervertido financiero Jeffrey Epstein, en las nueve horas de conversación que mantuvo el pasado mes con el número dos del Departamento de Justicia (DOJ), Todd Blanche, que previamente fue abogado defensor de Trump.

Las declaraciones de Maxwell, difundidas este viernes tanto en formato texto como audio, hay que ponerlas en contexto. Según el mismo DOJ, solo unos días antes la calificó de mentirosa compulsiva al oponerse al recurso que ella presentó contra la condena de 20 años de prisión por tráfico de menores y abusos sexuales dictada en un tribunal de Nueva York. Pero, poco después, el mismo departamento la entrevistó. Ella busca el perdón y, solo por conversar con Blanche, ya consiguió ser trasladada a una prisión de Texas de baja seguridad, muy parecido a un hotel.

Bajo estas premisas, Maxwell exculpó de cualquier implicación en cosas sucias al actual presidente. “Creo que eran amigos como lo es la gente en entornos sociales”, indicó. “El presidente nunca se comportó de forma inapropiada con nadie. Cuando estuve con él, siempre se actuó como un caballero, en todos los aspectos”, insistió.

Su actitud exculpatoria hacia Trump también la extendió a uno de sus antecesores, Bill Clinton, del que aseguró que nunca viajó a la isla privada de Epstein, el lugar que según los conspirativos se cometía todo tipo de aberraciones. Trump repite y repite que Clinton estuvo en ese paraje caribeño 28 veces, mientras que el otro lo niega.

“Clinton no pudo esta en la isla porque yo no he estado y no creo que él tuviera una amistad independiente con Epstein”, afirmó, Maxwell reiterando que el expresidente era un amigo suyo y que ella le presentó al financiero.

Las palabras de Maxwell resultan un chaparrón contra las grandes teorías conspirativas. No solo deja bien a Clinton, “nunca vi que actuara mal”, sino que además niega la existencia de la famosa lista de clientes de Epstein, donde figuraban los que supuestamente chantajeó.

“No hay lista, no soy consciente de ningún chantaje, nunca escuché algo así y ni me lo puedo imaginar”, respondió ella a Blanche. También negó que Epstein se dedicara a sacar fotografías de sus invitados en situaciones improcedentes.

El único aval que dio a los conspirativos es su convencimiento de que Epstein no se suicidó en la celda de una carcél de Nueva York, en agosto del 2019, cuando estaba a la espera de un nuevo juicio por trata de menores y su prostitución.

“No creo que muriera por suicidio, no”, señaló. Entonces Blanche le cuestionó. “¿Piensa o tiene alguna especulación o visión de quien pudo matarlo?”. A lo que ella replicó: No, no lo sé”.

Las palabras de Maxwell van dirigidas a su exculpación. Atribuye a que hubo victimas que se equivocaron al identificarla, cosa que se contradice con lo que ocurrió en el juicio celebrado en el bajo Manhattan. Su memoria, como ocurre casi siempre con los convictos, fue selectiva. Recordó perfectamente que Trump se comportó correctamente, pero no fue capaz de hacer memoria respecto a si el hoy presidente le dio una carta lasciva para el 50 cumpleaños de Epstein. Recuerda que hubo un álbum, pero no podía precisar si ella le pidió a Trump la carta, si fue el propio Trump el que la entregó o si ni siquiera existió.

Abogados y fiscales despreciaron este testimonio de Maxwell y consideraron que está totalmente diseñado para dejar a Trump fuera de las especulaciones, así como quitar la culpa a la colaboradora de Epstein y salir por la vía rápida de prisión.

Algunos sostuvieron que ahora, más que nunca, es necesario que salgan a la luz los papeles de Epstein, las pruebas que reunió el FBI, los archivos, las grabaciones, los emails y otros papeles que recopilaron. El DOJ entregó este viernes parte de este material a una comisión del Congreso dirigida por republicanos. Vista la forma de actuar, no pocas voces indicaron que la fiscal general, Pam Bondi, ha podido hacer una selección muy particular de ese material.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...