La guerra de Gaza ha degradado hasta extremos nunca vistos la relación entre Francia –que alberga la comunidad judía más numerosa de Europa– e Israel. Pocos días después de un violento choque diplomático con Beniamin Netanyahu, que acusó a Emmanuel Macron de “alimentar el fuego antisemita”, esta vez ha sido el embajador de Estados Unidos en París el que ha repetido un mensaje parecido, lo que ha causado la indignación del Gobierno francés.
El representante diplomático estadounidense, Charles Kushner, multimillonario judío y consuegro de Donald Trump, dirigió una carta a Macron para expresar su “profunda inquietud ante la subida del antisemitismo en Francia y la falta de acción suficiente de su Gobierno para combatirla”. El embajador también criticó “las declaraciones que vilipendian a Israel y los gestos en reconocimiento de un Estado palestino animan a los extremistas, fomentan la violencia y ponen en peligro el judaísmo en Francia”. Por último, la carta se hacía eco de la ignorancia de los jóvenes franceses sobre la Shoah y las deficiencias de la educación escolar en esta materia”.
Charles Kushner es consuegro de Trump,
quien lo perdonó tras pasar por la cárcel por graves delitos
Kushner fue convocado al Quai del Orsay para ver duramente rebatidos sus argumentos, que Francia tildó de “inaceptables”. Según París, las declaraciones del embajador “no están a la altura de la calidad del vínculo transatlántico entre Francia y los Estados Unidos, y de la confianza que debe implicar entre aliados”.
Para Macron y su gobierno, las acusaciones de Kushner y de Netanyahu son muy dolorosas porque dejan entender una connivencia pasiva y amenazan con envenenar la convivencia en Francia. De ahí que la respuesta haya sido contundente, muy ácida. Para el Gobierno francés las palabras de Kushner contravienen la Convención de Viena de 1961, que consagran “el deber de no inmiscuirse en los asuntos exteriores de los estados”.
Charles Kushner es el padre de Jared Kushner, el marido de Ivanka Trump, la hija mayor del presidente Estados Unidos. Antes de ocupar su actual cargo en París no tenía ninguna experiencia diplomática, aunque esto sucede a menudo porque muchos embajadores estadounidenses son nombramientos políticos, a veces para premiar a los grandes donantes de las campañas de los ganadores en las elecciones.
Promotor inmobiliario, Kushner fue condenado a dos años de prisión en el 2005 por evasión fiscal, financiación ilegal de campañas políticas y soborno de un testigo. Cumplió su pena en una cárcel de Alabama. Más tarde, en una entrevista, reconoció sus errores y la esperanza de que Dios y sus padres , ya fallecidos, perdonaran sus actos “reprochables”. Sus progenitores, judíos polacos, lograron escapar a los nazis y, después de la II Guerra Mundial emigraron a Estados Unidos.
Kushner recibió la gracia presidencial, que borró sus antecedentes penales, en diciembre del 2020, pocas semanas antes de que Trump concluyera su primer mandato.