En el marco de la 25ª cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) celebrada en Tianjin, China, el presidente chino Xi Jinping mantuvo encuentros bilaterales con sus homólogos de Bielorrusia e India, Alexander Lukashenko y Narendra Modi, respectivamente, subrayando la importancia de la colaboración cercana entre sus países.
Lukashenko calificó a Bielorrusia como “socio firme y amigo siempre fiable” de China, mientras Xi abogó por fortalecer la asociación integral y ampliar los intercambios culturales, educativos y económicos.

El primer ministro indio Narendra Modi, a la izquierda, y el presidente chino Xi Jinping en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Tianjin, China
Durante la reunión con Modi, Xi instó a consolidar una relación basada en la amistad y la buena vecindad, superando años de tensiones y rivalidades, y enfatizó la necesidad de gestionar los lazos bilaterales desde una perspectiva estratégica y de largo plazo. Modi expresó su compromiso con la estabilidad fronteriza y anunció la reanudación de vuelos directos, en el contexto de un deshielo en las relaciones tras incidentes fronterizos recientes.
Reuniones bilaterales y mensajes clave
El presidente bielorruso Alexandr Lukashenko reafirmó el apoyo firme de Bielorrusia a China, subrayando que la relación entre ambos países es “un ejemplo de confianza y cooperación”, mientras que Xi Jinping remarcó la importancia de fortalecer los lazos estratégicos y ampliar intercambios en áreas como educación y juventud. Lukashenko recalcó el papel de China en el multilateralismo y la paz internacional, esencial en épocas de cambio global.
En el encuentro con Narendra Modi, Xi instó a avanzar hacia una relación basada en la amistad y la buena vecindad, gestionando las diferencias estratégicas y apostando por un desarrollo estable y prolongado. Modi respaldó la autonomía estratégica y la reanudación de los vuelos directos como símbolo de reconciliación tras años de rivalidad, en un momento en que India busca nuevas alianzas ante fricciones con Occidente.
Contexto de la cumbre y la OCS
La 25ª cumbre de la OCS se celebra bajo la sombra de la guerra en Ucrania, los reacomodos económicos globales tras las medidas proteccionistas estadounidenses y el aislamiento de Rusia y Bielorrusia del bloque occidental. La organización, conformada por China, Rusia, India, Irán, Pakistán, Bielorrusia y siete países más, representa cerca del 40% de la población mundial y busca expandir su agenda de seguridad, economía y transformación digital.

Centro de prensa de la cumbre de la OCS en Tianjin, China
Uno de los resultados esperados es la firma de la “Declaración de Tianjin”, que marcará la estrategia de desarrollo para 2026-2035, con foco en la integración económica, cooperación en energías renovables y tecnologías digitales, y el refuerzo de mecanismos para la resolución de conflictos. La OCS aspira a posicionarse como alternativa cooperativa frente al unilateralismo y la fragmentación económica impulsada por Occidente.
Desafíos y perspectivas
Aunque la OCS carece de cláusulas de defensa mutua y sufre de rivalidades internas, esta cumbre busca demostrar cohesión, ampliar la coordinación regional y ofrecer respuestas multilaterales a crisis económicas, comerciales y humanitarias. El acercamiento entre China e India tras años de enfrentamientos fronterizos y la consolidación de Bielorrusia como socio de China son muestras del esfuerzo para proyectar una imagen de unidad y pragmatismo ante el mundo.
La agenda incluye además el posible avance en la creación de un Banco de Desarrollo inspirado en el modelo de los BRICS, y el mayor enfoque en la gestión de desastres naturales y seguridad climática, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.