El pasado es presente en la bulliciosa carrera 7 de Bogotá. Los titulares en los destartalados quioscos de prensa van del despliegue caribeño de la US Navy. La milhoja de arequipe y chocolate en taza en la Pastelería Florida saben a tiempos perdidos. Y la zarzuela María de la O se presenta en el Teatro Gaitán, nombrado asi por el legendario líder de la izquierda antiyanqui asesinado aqui mismo en 1948, durante la primera cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA) al inicio de la guerra fria.
Este aire retro puede ser exactamente lo que Gustavo Petro necesitaba. Ahora que Trump resucita los tiempos de asesinatos extrajudiciales y golpes urdidos por la CIA, diplomacia de gunboat, y enclaves de la United Fruit vigilados por los US Marines, el carismático presidente colombiano, veterano de la izquierda, tal vez vislumbra una salida de su larga crisis de popularidad.
Sin modificar la condena al fraude electoral del año pasado, Petro ha defendido a Venezuela contra la última agresión estadounidense. Como en los tiempos de Gaitán y la Doctrina Monroe, se juega la soberanía de los países latinoamericanos, insiste.
“Los problemas de los latinoamericanos y caribeños los solucionamos los latinoamericanos y caribeños. (...) hablamos de nuestros problemas de tú a tú (...) no como siervos”.
Tras bajar a solo el 30% de aprobación en las encuestas, y con batallas fratricidas en su propio gabinete, Petro apostará a que el factor Trump ayude a salvar a la izquierda en las elecciones del próximo mayo aunque el no puede volver a presentarse. Todo indica que apoyará a Iván Cepeda, incansable luchador contra los presuntos crímenes del ex presidente de derechas, Álvaro Uribe, un estrecho aliado de Trump.
Petro confía en que el factor Trump ayude a la izquierda a ganar las elecciones de mayo
Petro “exige respeto por la soberanía de América Latina (...) para consolidar un discurso interno que no ha logrado con la polarización electoral”, sostiene Daniel Valero en el diario El Espectador.
Al igual que Lula, cuya popularidad se ha recuperado gracias a un discurso de defensa de la soberanía nacional contra los “traidores de la patria” del trumpismo brasileño, Petro pretende arrebatar la bandera nacional a la oposición de derecha.
Trump puede ser la trampa para la derecha colombiana. Vicky Dávila, la periodista que se perfila como la candidata uribista en las presidenciales, se desplazó a Cúcuta, en la frontera con Venezuela, el fin de semana y anunció: “Trump ¡haz lo tuyo!”. invitando al presidente estadounidense a invadir Venezuela. Dávila, apoyada por grandes oligarcas como los Gilinski, propietarios de la revista Semana que ella dirigía, buscaba votos anti chavistas.
Pero muchos en la frontera recuerdan el desastre económico durante la primera administración de Trump cuando se cerró la frontera con Venezuela. “Todo el tiempo que duró la frontera cerrada y no se tenían relaciones con el gobierno venezolano la situación en Cúcuta era crítica”dijo Wilfredo Cañizares de la Fundacion Progresar en la frontera. “Totalmente anarquizada con alrededor de 25 bandas de todo tipo realizando actividades criminales ”. Desde que Petro abrió la frontera en 2023 esos grupos delincuentes han desaparecido y el comercio bilateral ya llega a 100 millones de dólares. De modo que pocos en la frontera quieren volver al discurso de cambio violento de régimen,
Otra precandidata de la derecha dura, María Fernanda Cabral, también ha animado a Trump a una intervención militar: ”¿Atacarlos adentro? Bueno, ya lo sabrán. Maduro y sus socios criminales del Cártel de los Soles tienen razones para estar asustados. Se les acabó la dictadura”, anunció. En realidad, hay escasos indicios de que de verdad exista del Cártel de los Soles.
Desentenderse de Washington no será fácil para Petro en un país atrapado históricamente en el abrazo del oso estadounidense Este mes, Estados Unidos publica la lista anual de países que han “fracasado obviamente” en sus políticas de combate al narco tráfico, según la Secretaria del Estado. Esto puede suponer la retirada de cientos de millones de dólares de ayuda estadounidense.
Desentenderse de Washington no será fácil en un país con años de relación con los estadounidenses
Esta llamada “descertificación” sería el resultado de un aumento del 70% de los cultivos de coca en Colombia, fruto del rechazo de Petro a la fumigación aérea y sus efectos sobre las comunidades campesinas. Petro ha interceptado una cantidad récord de cocaína, pero esto difícilmente satisfará al Congreso en Washington.
No se sabe aún si la retirada de apoyo estadounidense será total. “Hasta hace poco lo más probable era una certificación condicionada, pero la relación política con el gobierno Trump se ha deteriorado”, dijo Ricardo Vargas, presentador de Noches de Opinión, en el canal público RTVC, en una conversación mantenida en la Pastelería Florida de lac arrera 7.
 
            Teatro Gaitán en la carrera 7 de Bogotá
En sus invitaciones a Trump a derrocar a Maduro , políticos conservadores como Davila y Cabral citan del desastre humanitario de los millones de inmigrantes venezolanos forzados a migrar a Colombia, Pero se olvidan algo que Petro, y otros, tienen muy en cuenta. En caso de un conflicto militar -según advertía el ex asesor de Joe Biden , Juan González, de origen colombiano ,en una entrevista en el diario británico The Guardian- “todos los ingredientes existirían para un conflicto interno en Venezuela parecido el que Colombia ha sufrido desde hace 50 años”. En ese escenario, la ola de migración actual se convertiría —como ocurrió, al revés, desde Colombia a Venezuela, en los peores años de la guerra civil— en una avalancha de desplazados.

