El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue condenado este jueves por el Tribunal Supremo de Brasil a 27 años y tres meses de cárcel por haber conspirado contra el orden democrático tras su derrota en las elecciones del 2022 frente al actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.
Aunque tenía previsto dictar las penas en una sesión reservada para este viernes, la Primera Sala decidió pasar inmediatamente a la fase de sentencia una vez que concluyó la audiencia en la que, por cuatro votos a uno, declaró la culpabilidad de Bolsonaro y otros siete reos, entre ellos exministros y antiguos jefes militares.

Bolsonaro, ayer en la puerta de su casa de Brasilia, antes de saber que sería condenado (SERGIO LIMA / AFP)
En el caso de Bolsonaro, actualmente bajo arresto domiciliario, el juez relator consideró el agravante de que la acusación lo ha considerado “líder” de una “organización criminal” que conspiró para intentar impedir que el actual mandatario le sucediera en el poder tras ganar las elecciones de octubre del 2022.
Bolsonaro y los otros siete reos fueron declarados culpables de delitos contra la democracia, como intento de abolición del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, organización criminal, deterioro del patrimonio protegido y daño calificado.
El exmandatario, en arresto domiciliario, fue declarado culpable de varios delitos junto a otros siete reos
Según la acusación formulada por la Fiscalía General y aceptada por cuatro de los cinco jueces, la conspiración comenzó en junio de 2021, poco más de un año antes de las elecciones y cuando Lula comenzaba a despuntar en las encuestas.
La trama fue desarrollada en diversas fases y comenzó con una dura campaña de descrédito contra las instituciones y el sistema electoral del país dirigida por el propio Bolsonaro, de acuerdo a la acusación.
La conspiración pasó de las palabras a los hechos después de que Lula ganó las elecciones de octubre del 2022, con intensas protestas, atentados frustrados por la Policía y campamentos en las puertas de los cuarteles en los que miles de bolsonaristas exigían al Ejército que impidiera la investidura de Lula.
El líder progresista asumió el poder finalmente el 1 de enero del 2023 y, una semana después, el 8 de enero miles de activistas de ultraderecha salieron de uno de esos campamentos en Brasilia para asaltar con violencia las sedes de la Presidencia, el Parlamento y el propio Tribunal Supremo.
De acuerdo a la Fiscalía, esa acción fue el corolario de una trama golpista que ha llevado a las condenas y que, según la acusación, fue “liderada” y dirigida personalmente por Bolsonaro, con el objetivo de “perpetuarse en el poder” e instalar “una dictadura” en Brasil.
Tras conocer la condena, Trump se mostró sorprendido y calificó a Bolsonaro de “un buen hombre”
El voto definitivo, que provocó un resultado final de cuatro votos a uno, fue dictado por el presidente de la sala, Cristiano Zanin, antiguo abogado de Lula. “Las pruebas permiten concluir que los acusados pretendían romper el estado democrático de derecho”, dijo Zanin.
Por su parte, la única postura divergente fue la del juez Luiz Fux, quien absolvió a Bolsonaro de todos los cargos porque, en su opinión, no hay pruebas suficientes, en una exposición que duró alrededor de 13 horas.
La postura de Fux también dio alas a los legisladores conservadores que promueven un amplio proyecto de amnistía que protegería a Bolsonaro. Aunque la Cámara Baja ha insinuado que podría someter la medida a votación, el Senado ha mostrado poco apoyo, y el Supremo aún podría anularla por inconstitucional.
Es probable que el caso resuene en la política brasileña y en las relaciones internacionales, reconfigurando las elecciones del 2026 en el país y potencialmente provocando represalias de Donald Trump, quien sancionó al juez Alexandre de Moraes, instructor del juicio, e impuso aranceles del 50% a los productos brasileños en un intento de detener el juicio contra su aliado Bolsonaro.
Tras conocer la sentencia contra el expresidente brasileño, Trump se mostró sorprendido y defendió a su aliado calificándolo como un “buen hombre”.